TOROS

Fernando Robleño, tres orejas en Valdemorillo

Por Almudena Hernández1 min

Espectáculos08-02-2004

El cielo se despeja con la llegada del mes de febrero. Casi todos los años la localidad madrileña de Valdemorillo puede celebrar su feria taurina -en estas latitudes considerada la primera de la temporada española, aunque Ajalvir se adelante en el calendario-. En el serial de 2004 destacó el matador de toros Fernando Robleño.

Y junto a Robleño, que con su buen hacer cortó tres orejas a los ejemplares que le cayeron en suerte de José Luis Osborte, brilló el sol. Hizo buen tiempo durante toda la feria, a pesar de que la nueva plaza continúa descubierta. Aunque que se inaugurase el año pasado, todavía le faltan algunos detalles a este coso. Y no sólo quedan por pulir los detalles del recinto, también deben mejorarse los servicios que la empresa presta al público y a todas las personas que acuden a esta plaza. Verbigracia, que se detenga la venta de entradas para la corrida del día cuando el toro ya está en la plaza o que no se permita el acceso a la localidad una vez que haya comenzado la lidia. Es verdad que, a pesar de estos defectillos, muchos taurinos acuden a este pueblo serrano con ganas de ver toros. Hasta allí se desplazan aficionados capitalinos, profesionales del mundo de los toros y prensa, mucha prensa, también con ganas de toros. Si la de Valdemorillo es una plaza de tercera categoría, que los precios sean acordes a ello, siempre sin perjudicar al aficionado. Y si quiere ascender de liga, que apueste por el buen trato al aficionado, que es quien mantiene el negocio. Sin embargo, no todo son desaciertos, pues el proyecto de la plaza está pensado para que puedan acceder a ella personas con discapacidad, gracias a unos elevadores colocados en las escaleras. Asimismo, habría que destacar la existencia de dependencias para el uso de los profesionales, como patio y enfermería perfectamente ideados.