Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

FÚTBOL

Hay gol más allá de Ronaldo

Por Froilán MoraTiempo de lectura2 min
Deportes08-02-2004

El Real Madrid y el Zaragoza afrontarán con ventaja la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, tras vencer los primeros al Sevilla y empatar los segundos, in extremis, en campo del Alavés. En juego está el prestigio de ganar la competición después de 11 años, para el Madrid, y la posibilidad de disputar una competición europea la próxima campaña, para los demás.

Con un estadio repleto, ante una la afición que por fin se empieza a interesar por la Copa, Real Madrid y Sevilla abrieron las semifinales en el Bernabéu. La semana había sido movidita: Joaquín Caparrós se había preocupado de calentar el partido, al poner el grito en el cielo por las presuntas ayudas arbitrales que recibe el Real Madrid cada vez que juega. Pero el conjunto blanco perdió la misma tarde del choque a su gran estrella del momento, Ronaldo, que se encontraba indispuesto y con fiebre. Así las cosas, los andaluces se frotaban las manos; el árbitro actuaría sugestionado por los comentarios del técnico nervionense, y de golpe y plumazo se quitaban de en medio a su mayor preocupación. El partido estuvo loco en sus comienzo: ambos atacaban y cualquiera podía adelantarse. A pesar del dominio del Sevilla, que se comió a sus rivales en el medio campo, se llegó al descanso sin goles. Tras el intermedio, se repitió la misma historia de siempre: la descomunal pegada del Madrid resolvió. Primero Solari hizo un golazo por la escuadra, sin apenas ángulo, y luego Raúl despertó de su particular siesta para hacer el segundo. Una renta de dos goles parece suficiente para que el Madrid llegue a la final, aunque nunca se sabe: el 4-1 que le endosó el Sevilla en la Liga es una buena prueba, aunque sin José Antonio Reyes unos, y con los Zidanes los otros, parece bastante improbable. La otra semifinal enfrentaba a Alavés y Zaragoza, una alegría para Mendizorroza tras su exitoso paso por Europa hace tres temporadas. Aunque de Segunda, los de Vitoria tienen un estadio pequeño, incómodo para los equipos visitantes, y una afición que se vuelca en cualquier categoría. Los maños, pese a su tradición copera, no han ido demasiado bien en los últimos años. Por ello resulta interesante, a pesar de que a las televisiones no les resulte tanto. Lo cierto es que, independientemente de su condición de modestos, están en semifinales por méritos propios, y a pesar de que su prioridad está centrada en la Liga -por la posibilidad de ascender, unos, y de evitar el descenso, otros-, lo volvieron a demostrar su enfrentamiento copero. La intensidad del choque fue de los mejores partidos, aunque el empate final no hizo justicia a un partido que mereció haber ganado el Alavés, muy superior -a pesar de jugar con los suplentes, al Zaragoza hasta que Turiel resultó expulsado. Hasta entonces ganaban los de Pepe Mel, gracias a un gol del croata Jurica Vucko. Tras la expulsión todo cambió: se desperezaron los de Víctor Muñoz y lo intentaron todo, para acabar empatando en el minuto 90, por medio de Savio.