EMPRESAS
El juez declara la insolvencia de siete sociedades de Parmalat
Por Raquel Ibáñez
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Economía07-02-2004
La petición del estado de insolvencia había sido presentada por el nuevo equipo gestor de Parmalat que dirige el comisario extraordinario nombrado por el Gobierno, Enrico Bondi. Según las normas del derecho comunitario, la declaración de insolvencia debe realizarse en el país donde la empresa en dificultades tiene su sede central, a pesar de que las filiales con problemas se encuentren domiciliadas en terceros países.
Además, el ministro italiano de Industria, Antonio Marzano ha confirmado que el mismo Bondi y su equipo presentarán a finales de febrero un plan para reflotar el grupo del que fue propietario Calisto Tanzi. Hay que recordar que el mismo tribunal de Parma ya había declarado la insolvencia de Parmalat a finales del pasado diciembre, empresa matriz del grupo lácteo a la que una auditoría en curso atribuye un agujero contable de 14.500 millones de euros. Desde la filial de Brasil no llegan noticias mucho mejores. El jefe de la división del grupo lácteo brasileño, Ricardo Gonçalves, ha asegurado que la situación es desesperada y afirma que una clave para su salvación es la venta de algunos de sus activos, “la supervivencia de Parmalat es cuestión de días”. El directivo realizó estas declaraciones después de haber comparecido ante una comisión especial de diputados que investiga las actividades de Parmalat en Brasil. La división ha estado bajo fuertes presiones desde que solicitase la semana pasada la protección de sus acreedores por bancarrota. La filial ha tenido que ir suspendiendo su producción progresivamente en varias de las ocho plantas en el país por falta de materia prima. Parmalat posee ocho fábricas y siete centrales de recolección, y da trabajo a 6.000 personas. En Roma, la Policía financiera italiana registró ayer la sede milanesa de la Unión de Bancos Suizos (USB). La Fiscalía de Milán, que está concentrando sus actividades en establecer si los bancos conocían la verdadera situación financiera de Parmalat, ordenó la inspección de la entidad suiza, que en julio del 2003 emitió obligaciones a la sociedad agroalimentaria por un valor de 420 millones de euros. Éste es el último de una larga serie de registros bancarios, como los llevados a cabo en las sedes milanesas de Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley, Nextra (perteneciente al grupo Intesa), Deutsche Bank o el Banco Popolare. También han sido registradas la sede en Milán de la sociedad de calificaciones Standard&Poor´s y las oficinas auditoras Gran Thornton y Deloite.