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CRISIS CATALUÑA

Carod-Rovira dimite en la Generalitat tras entrevistarse con ETA

Fotografía
Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura2 min
España26-01-2004

Una reunión entre un consejero jefe de Gobierno y unos asesinos para pactar una tregua circunscrita a una comunidad autónoma. Unas elecciones generales y una precampaña electoral que arranca sus motores. Estos son los alimentos de un pastel secretamente cocinado por Josep Lluis Carod-Rovira.

Un pastel que ha situado al borde del precipicio al frágil tripartito catalán y que ya sirve al Partido Popular como arma arrojadiza contra el candidato Zapatero. La noticia saltaba a la luz pública el pasado lunes cuando el periódico ABC daba a conocer una reunión mantenida el 4 de enero entre el conseller en cap y aquel día también presidente en funciones, Josep Lluis Carod-Rovira, y dos asesinos de ETA: Mikel Albizu, Mikel Antza, jefe del aparato político de la banda terrorista, y el fugitivo José Antonio Urrusticoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, que tiene un sangriento historial a sus espaldas. La reunión estuvo gestionada por un hombre del brazo político de ETA, el ex diputado Antton Morcillo Torres, portavoz de Sozialista Abertzaleak (SA) en el Parlamento de Vitoria. El objetivo del encuentro, que duró seis horas y se celebró en el País Vasco francés, en concreto en la zona de Perpiñán, era llegar a un acuerdo con los terroristas para que no atentaran en Cataluña. A cambio, el nacionalista catalán Carod-Rovira haría pública una declaración en la que abogaría por el derecho de autodeterminación de los "pueblos del Estado". Carod no había informado de esta reunión a su socio de Gobierno, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Comenzaba una jornada dura para el tripartito catalán y en especial para el PSOE. La cabeza del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno estaba en juego. La falta de cohesión y autoridad que mostrara Zapatero respecto a Cataluña sería utilizada como arma arrojadiza para el Partido Popular. En primer lugar, Carod puso su cargo a disposición de Maragall pero éste rechazó la dimisión. A última hora de la noche del lunes, Zapatero comunicó que había pedido al presidente de la Generalitat que aceptara la dimisión del conseller en cap. Horas después, Maragall le retiraba las competencias "que le fueron otorgadas en el Consejo Ejecutivo del 20 de enero en materia de supervisión de los asuntos exteriores de la Generalitat". Sin embargo, Maragall decide obedecer a su secretario general y acepta la dimisión del conseller en cap. Con una peculiaridad: Carod seguiría en el Govern como conseller sin cartera. De esta forma, Maragall provocó la salida de Carod. Pocas horas después, el hasta entonces conseller en cap anunciaba su disposición a encabezar la lista de los republicanos en las elecciones generales. Candidatura que defenderá una reunión, un pacto, una relación con la banda terrorista ETA.