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SALUD

Sanidad limita la terapia sustitutiva para la menopausia

Por Mar GarcíaTiempo de lectura2 min
Sociedad30-01-2004

A corto plazo y en la menor cantidad posible. Por ahora, y ante el descubrimiento de métodos alternativos fiables, esta parece una de las salidas para la alarma creada por el tratamiento contra los síntomas de la menopausia y que se receta también en casos de osteoporosis. Los estudios Women's Health Iniciative Trial y Million Women Study han activado de nuevo la voz de alarma sobre uno de los tratamientos que más debates ha levantado en los últimos años.

Más de tres millones de mujeres -medio millón de ellas en España- siguen este método en todo el mundo, un método que eleva la posibilidad de sufrir cáncer de mama o de endometrio y de contraer enfermedades cardiovasculares. Los riesgos de padecer estas patologías aumentan si están asociados tanto al tratamiento simple basado en la dosis de estrógenos como al tratamiento combinado basado en la dosis de estrógenos y progestágeno. La finalidad de la THS es acabar con las molestias producidas por la llegada de la menopausia, como los sofocos o los sudores nocturnos. Las cifras sitúan un aumento de 38 casos sobre mil en los que se ha detectado cáncer de mama, tras cinco años siguiendo la terapia sustitutiva simple. Al abandonar la terapia el riesgo de contraer este tipo de enfermedades disminuye a los niveles normales que tiene una mujer que no se ha sometido al tratamiento. El estudio se ha realizado a 16.608 mujeres de entre 50 y 79 años a las que se ha dividido en dos grupos distintos. De las que han recibido la THS se han diagnosticado 245 casos de tumores mamarios, frente a los 185 descubiertos en el grupo que se medicaba con un fármaco placebo. La novedad de estos estudios, frente a lo ya conocido sobre este tipo de tratamientos, radica en el conocimiento de que los tumores no son tan inocuos como se pensaban. Su presencia dificulta de una manera considerable identificarlos en las mamografías ya que consiguen aumentar la densidad del tejido, lo que entorpece la detección y retrasa el diagnóstico. En el caso de que la THS se aplique a mujeres afectadas por la osteoporosis, "el riesgo para su uso a largo plazo hace que no deba contemplarse como terapia de primera línea, por lo que se debe aplicar otro tratamiento", afirmó Ana Pastor, ministra de Sanidad y Consumo. La posibilidad de desarrollar tromboembolismos venosos -coágulos en las piernas- que pueden derivar más tarde en embolias de carácter pulmonar aumentan también en el caso del consumo de la THS. Aunque este tratamiento disminuya el riesgo de fracturas, deben probarse otros medicamentos. Otro de los grandes desfavorecidos tras la publicación de estos estudios, el fabricante de la THS, Pempro, asegura que la efectividad del medicamento y la seguridad del paciente aumentan si se utiliza en las dosis más bajas posible y en un corto período de tiempo.