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MÚSICA

El flamenco llora la muerte de Chaquetón

Por Luis Suárez RuedaTiempo de lectura2 min
Espectáculos30-12-2003

El flamenco ha perdido a uno de sus grandes cantaores. En la madrugada del 30 de diciembre murió en Madrid Chaquetón, víctima de un cáncer que arrastraba desde hacía meses.

De familia flamenca y cante desgarrado, el cantaor José Antonio Díaz Fernández, Chaquetón, nació en Algeciras (Cádiz) en 1946 y pronto pasó a ocupar un importante lugar en el flamenco. Su trayectoria artística comenzó desde muy joven cuando se trasladó a Madrid para desarrollar el arte con el que había nacido y con el que se dio a conocer. Hijo del cantaor El Flecha de Cádiz y de la cantaora y bailaora María Fernández de los Santos, José Antonio Díaz Fernández nació en el seno de la familia de Los Chaqueta. El hacer flamenco que circulaba por su cuerpo provenía por tanto de su casta familiar, que albergaba singulares cantaores y artistas flamencos, la mayoría de ellos apodados con nombres de prendas de vestir, como sus tíos Tomás El Chaqueta, José El Chaleco o Salvador Pantalón. La voz ligeramente ronca y profunda del recientemente fallecido cantaor, viajó por escenarios tanto nacionales como internacionales. Las brillantes etapas de Chaquetón fueron injustamente poco reconocidas en vida, aunque el artista supo hacerse un hueco en el mundo del espectáculo más allá de su familia gitana. Así, compartió escenarios en Madrid con Camarón de la Isla, flamenco por antonomasia, y destacó en la gira internacional de El Ballet de María Rosa. Como conclusión a su carrera musical, Chaquetón dedicó los últimos años de su vida a ofrecer actuaciones en solitario en las que se podía disfrutar del dominio que el cantaor poseía en todos los palos, desde bulerías a malagueñas. El cáncer que arrastraba desde hacía meses se apoderó de varios órganos vitales de su cuerpo, por lo que falleció en una clínica de Madrid el penúltimo día del año pasado. Su cuerpo fue incinerado en el madrileño cementerio de La Almudena el 31 de diciembre y sus cenizas han impuesto un silencio ante la irrepetible voz de este artista.