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Washington obliga a las compañías aéreas a llevar agentes armados en los vuelos

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional03-01-2004

El Departamento de Seguridad estadounidense solicitó la semana pasada a las aerolíneas extranjeras que agentes de seguridad armados viajen en los vuelos que tienen como destino EE.UU.. Otra muestra de la alarma terrorista del país.

“Queremos policías del aire formados por los gobiernos”. Este deseo de la administración estadounidense se hizo público el pasado lunes gracias al secretario de Seguridad Interior de EE.UU., Tom Ridge, quien comunicó que la pretensión del Gobierno de George W. Bush afectará, a partir de 2004, a todas las aerolíneas extranjeras que llegan a suelo estadounidense. Por su parte, el portavoz de la Secretaría de Seguridad Interior, Dennis Murphy, justificó la medida porque “la cooperación es obligatoria” y pidió comprensión a las compañías aéreas y cooperación a los gobiernos. Frente a estas exigencias, la Asociación Internacional de Aviación Civil (IATA) se mostró abiertamente en contra de este tipo de medidas preventivas. “No queremos armas a bordo de los aviones y ni mucho menos en las cabinas de mando”, manifestó la asociación civil la semana pasada. Otra organización, la de pilotos de británicos, puso en duda la utilidad de la medida y se manifestó en contra de que fuese obligatoria, a pesar de que, el Ejecutivo de su país la aceptó de muy buen grado el pasado lunes. El portavoz de esta asociación afirmó: “no podemos estar de acuerdo con la decisión permitir que haya agentes armados a bordo porque creemos que esa medida hace más mal que bien”. Mientras, un responsable de una compañía aérea, alertó de que “introducir un arma en un avión produce el riesgo de ver como ese arma es utilizada contra los pasajeros”. Por su parte, la compañía alemana Lufthansa más que negarse a aceptar esa obligación estadounidense, se mostró escépticas ante estas medidas antiterroristas porque “la seguridad a bordo de los aviones es difícilmente mejorable”. A pesar de todo, los ataques del 11-S han provocado una conmoción tan grande en el seno de la sociedad estadounidense que se ha creado un clima idóneo para que prosperen este tipo de medidas de seguridad promovidas por la actual Administración norteamericana. En este sentido, la última semana del año 2003seis vuelos de Air France no viajaron a EE.UU. en aplicación de esta medidas preventivas contra el terrorismo. La semana pasada, dos vuelos de AeroMexico que tenían como destino Los Ángeles, también se quedaron en tierra por temores a ataques terroristas. Los mismos temores que impidieron el despegue de varios vuelos que iban de Londres a Riad.