ELECCIONES AUTONÓMICAS

Cataluña prepara las urnas para los comicios de noviembre

Por Ana María Riaza2 min

España30-10-2003

Dos semanas es lo que le resta a la comunidad autónoma de Cataluña para celebrar sus séptimos comicios autonómicos. Comicios que, por primera vez en la historia de la democracia española, no reciben en sus urnas la candidatura del líder del hasta ahora partido mayoritario Convergencia i Unió (CiU), Jordi Pujol.

Claro que ello no significa que el cabecilla de los nacionalistas catalanes no vaya a tomar parte activa en los actos previstos por su partido a lo largo de las próximas semanas de campaña. El presidente de CiU se encargará, junto al secretario general del partido, Durán Lleida, de algunas de las tareas electorales más importantes, como el enfrentamiento cuerpo a cuerpo contra sus principales adversarios políticos, así como de la captación de los votos más difíciles, como el de los más de seis mil catalanes que residen en el Principado de Andorra y que ejercen su derecho a voto en diversas comarcas de la provincia de Lleida. El candidato, Artur Mas, limitará su labor a la simple diseminación del mensaje positivo a lo largo y ancho de la comunidad. Otra de las figuras claves en los comicios de noviembre es la del candidato del Partido Popular (PP), Josep Piqué, que también contará durante el trance electoral con el apoyo presencial de grandes personalidades dentro de su partido, como el candidato popular a las generales del próximo año, Mariano Rajoy, el líder del PP en Galicia, Manuel Fraga, o el mismo presidente del Gobierno, José María Aznar, así como de hasta cinco ministros que harán alarde de presencia en la Ciudad Condal a lo largo de las próximas dos semanas. Los del PP parten con una propuesta electoral basada en la reforma presupuestaria y fiscal. La tercera fuerza en discordia es la del Partido Socialista de Cataluña (PSC), con Pasqual Maragall como candidato, y que hasta hoy se perfilaba como el más fuerte de los rivales para los nacionalistas de CiU. Hasta hoy, porque si hay algo por lo que se vayan a caracterizar los comicios autonómicos de Cataluña del próximo 16 de noviembre va a ser por la más absoluta de las incertidumbres: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), la que hasta ahora se caracterizaba por ser la primera de las fuerzas en enarbolar la bandera de la independencia de Cataluña, podría elevar su número de escaños en el Parlamento catalán del 12 actual hasta rozar casi la veintena. Con Josep Lluis Carod-Rovira al frente de la formación, ERC ha llegado a estas elecciones con un carácter más pausado que en comicios anteriores -que no menos nacionalista: si bien el discurso de Rovira es menos radicalizado, sus "principios de gobernabilidad" parten de la reforma del Estatuto de Autonomía y de la defensa del Estado Libre Asociado, a imagen y semejanza del plan soberanista de Ibarretxe para el País Vasco-, y que negarían tanto la mayoría absoluta como la compartida con CiU o el PSC. De este modo, y si se cumpliesen las expectativas electorales de ERC, la fuerza electa en los comicios del próximo día 16 sólo podría tener acceso al poder en Cataluña con la gracia de los de Rovira.