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TERRORISMO

ETA intenta asesinar a un general en Madrid

Por Alberto Herrero MartínezTiempo de lectura1 min
España29-06-2001

El objetivo de los cuatro kilos de dinamita instalados en la bicicleta de montaña era asesinar a Justo Oreja Pedraza. Lo que logró fue lanzarle dentro de la oficina bancaria situada enfrente de la farola a la que estaba encadenada la bicicleta y herirle de gravedad.

El general, el más grave entre todos los heridos, quedó tirado, consciente, eso sí, entre cristales y hierros con la ropa destrozada, una hemorragia nasal y sin poder oír ni casi hablar. Inmediatamente, personas que se encontraban en los alrededores acudieron a socorrerle, incluso sus propios familiares salieron de su vivienda, muy cercana al lugar de la explosión. La bomba causó destrozos en cerca de un centenar de viviendas y locales comerciales de siete bloques de las inmediaciones y heridas de diversa consideración a 20 personas (entre ellos un niño de siete años) Los testigos del atentado dieron diferentes versiones pero la que parece más fiable es la que dice haber visto a un joven vestido de ciclista salir huyendo del lugar y chocar con un coche. La minuciosidad con la que los terroristas prepararon el atentado confirma a la Policía que ETA conserva en Madrid una sólida infraestructura. Dentro de la actividad judicial contra el terrorismo, el juez Baltasar Garzón dejó el lunes en libertad bajo fianza a Xabier Alegría y Xabier Arregi, presuntos integrantes de Ekin, el aparato político de ETA. La razón del magistrado para esta libertad es que ya no existe riesgo de fuga. Carlos Ollero, también juez de la Audiencia Nacional, manifestó que, para él, sí hay indicios de delito por señalar objetivos a ETA en la actuación de Pepe Rei, contrariamente a lo que habían decretado dos compañeros suyos.