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IRAQ

El atentado contra la sede de la ONU en Bagdad se cobra 24 víctimas mortales

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional31-08-2003

El gobierno transitorio iraquí atribuye el atentado a seguidores de Sadam o a terroristas extranjeros, que supuestamente se habrían beneficiado de un fallo en el sistema de seguridad de la ONU.

El pasado martes 19 de Agosto un camión de cemento cargado con explosivos estallaba al chocar contra una fachada lateral del hotel Canal, sede de las Naciones Unidas en Bagdad. Un ala entera del edificio se vino abajo. De los 600 empleados de la ONU que están destinados en Iraq, 300 trabajaban en el lugar del atentado. Tras 48 horas de incesante labor de desescombro, las fuerzas de la coalición estimaron en 24 el total de víctimas mortales y en 86 la cifra de heridos graves. Entre los fallecidos se encontraba el representante de la ONU en Irak, Sergio Vieira de Mello, y el Capitán de Navío español, Manuel Martín-Oar. La entrada del cuartel general de la ONU se encuentra frente a una ancha avenida y está protegida por fuertes medidas de seguridad, sin embargo, a la derecha del edificio, hay una callejuela que lo separa del hospital de mutilados de la guerra Irán-Iraq (1980-1988) y que está mucho menos vigilada. Éste fue el lugar elegido por los terroristas para estrellar el camión contra la fachada exterior. Un par de plantas por encima del lugar de la explosión se encontraba el despacho de Vieira de Mello. Esta circunstancia ha hecho poner estos días en tela de juicio la seguridad de los enviados de la ONU en Iraq. Las fuerzas de la coalición afirmaron entonces que es la ONU quien se encarga de su propia protección ya que habían contratado los servicios de una empresa privada de seguridad. Sin embargo, el Secretario General de la ONU, Koffi Annan, reconoció que es difícil evitar esta clase de atentados y que en cualquier caso "la potencia ocupante es responsable de la ley y del orden, y de la seguridad en el país". Además, Annan afirmó que la ONU continuará con su labor en Iraq y que no retirará a sus enviados, como se había venido especulando tras el atentado. Martín-Oar, padre de cuatro hijos, trabajaba como adjunto del embajador especial español ante la Autoridad de la Coalición, Miguel Benzo, en el Consejo de Cooperación Internacional, organismo dependiente de la coalición que se encarga de la ayuda humanitaria. Cuando fue encontrado, tenía serias heridas en los brazos, pero no fue considerado un herido grave, por lo que su traslado al hospital no fue inmediato. Horas después fallecía a causa de un trauma cerebral grave. Su cadáver fue repatriado a España un día después.