CICLISMO
Simoni ajusta cuentas pendientes con el Giro
Por Javier Trinidad2 min
Deportes01-06-2003
Toda la rabia contenida por Gilberto Simoni después de su expulsión en el pasado Giro explotó en esta edición. El corredor de Saeco recordó en algunos aspectos al canibal Eddy Merckx, cuando el belga arrasaba a sus rivales con una ambición inigualable. Simoni, espoleado por el poco apoyo que recibió de la comunidad ciclista el año pasado se ha vengado dejando al segundo clasificado a más de ocho minutos, además de humillar a hombres como Marco Pantani.
La última semana de competición sirvió para hacer más grande el triunfo de Simoni, que incluso se permitió el lujo de ganar un par de etapas ante la impotencia absoluta de sus rivales y relajarse en la crono final, que ganó Sergei Gontchar. Garzelli y Popovych lo acompañaron el podio de Milán, pero nunca fueron rivales para el trentino, que encontró un aliado en Dario Frigo. Alessandro Petacchi fue el otro gran vencedor del presente Giro, al haberse adjudicado seis victorias de etapa, aunque para ello fue determinante el abandono de Mario Cipollini. El campeón del mundo se llevó a su saco particular dos etapas, con lo que superó el récord del mítico Alfredo Binda y lo estableció en 42 triunfos parciales en la ronda italiana. Sin embargo, el sprinter del Fassa Bortolo fue descalificado por llegar fuera de control en la decimoctava etapa, y su ausencia la aprovechó el lanzador de Cipollini, Giovanni Lombardi, para reclamar su clase. Otro nombre propio fue Marco Pantani. El que todavía es ídolo de muchos tifosi lo intentó todo, pero sus días de gloria se acabaron después de las jeringuillas y los escándalos del 2000. En fin, se acabó un Giro sin demasiada emoción pero que, al menos, por primera vez en las últimas temporadas no se ha visto envuelto por la lacra que amenaza a este deporte: el dopaje. Por parte de los españoles -con las ausencias de iBanesto.com, ONCE-Eroski y Euskaltel por la falta de difusión televisiva- hubo poco que destacar, al margen del relativo fracaso de Aitor González -que no logró hacerse con la victoria en la última contrarreloj-, la pujanza de Constantino Zaballa, que no se cansó de intentar las fugas. Aitor llegó al Giro con la vitola de posible vencedor, pero la carretera dictó sentencia pronto y nunca llegó a estar inmerso en la lucha por la victoria final. En su defecto, el triunfo en la primera crono puede servir como consuelo y motivación para el Tour de Francia.