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FÚTBOL

Italia reclama su lugar

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes01-06-2003

El fútbol italiano despertó del letargo en que había estado sumido durante las últimas temporadas. El pobre nivel exhibido en la final por el Milán y el Juventus –peor aún fue lo del Ínter de Milán en cuartos de final y semifinales–, sin embargo, suscita dudas en cuanto al éxito del catenaccio en futuras temporadas.

El Juventus, flamante campeón de la Liga italiana, no consiguió sin el checo Pavel Nedved el doblete. La Vecchia Signora que compareció en Old Trafford fue un equipo vulgar, con lo que Marcello Lippi no se pudo quitar la espina de las finales que perdió en 1997 y 1998 contra el Borussia de Dortmund y el Real Madrid, respectivamente. El Milán fue tan sólo un poco mejor al comienzo del partido, pero después le entró el miedo a perder y Carlo Ancellotti optó por pertrechar la defensa y no asumir riesgos. La segunda mitad y la prórroga fueron soporíferas, y en la tanda de penaltis, el mayor desacierto de los jugadores turineses –el brasileño Dida paró tres penas máximas, por sólo dos de Gianluigi Buffon– inclinó la balanza del lado lombardo. El peor Milán en mucho tiempo –nada que ver con el equipo holandés de Ruud Gullit, Marco van Basten y Frank Rijkaard de hace una década– logró su sexto título, en la primera final resuelta sin goles después de 12 años. La competición demostró esta temporada que no basta con exhibir un juego brillante para ser campeón. Le sucedió al Bayern de Munich, que apostó por dos jugadores creativos como Michael Ballack y el brasileño Zé Roberto y se quedó fuera a la primera, ni siquiera con derecho de repesca para la Copa de la UEFA, después de sumar tan sólo dos puntos en seis partidos. Lo mismo sucedió con equipos de teórico prestigio como para llegar, cuando menos, a la segunda fase: el Liverpool, el Olympique de Lyon, el Galatasaray, el Auxerre, el Dinamo de Kiev y el PSV Eindhoven. En cambio, el Basilea suizo, debutante en la competición, se erigió en la revelación de la Liga de Campeones. La segunda liguilla dejó fuera de los ocho mejores al Arsenal, al Borussia de Dortmund, al Roma y al Deportivo de La Coruña, y devolvió al prestigio que merece su historia al Ajax de Ámsterdam, un equipo de jóvenes talentos que, de la mano de Ronald Koeman, volvió a las eliminatorias por el título por primera vez desde 1998. Pero no logró vencer al Milán, aunque pudo, en cuartos de final: los italianos hicieron triple en una eliminatoria cuyo lustre lo acapararon Real Madrid y Manchester United. El duelo milanés fue lo más destacado de las semifinales, pero el espectáculo brilló por su ausencia: incluso el Real Madrid se contagió y fue arrollado por el Juventus, en el peor partido merengue de los últimos años.