Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ÓPERA

El Teatro Real estrena ‘Merlín’ de Albéniz

Por Eliane Hernández MontejoTiempo de lectura2 min
Cultura25-05-2003

Paisajes medievales, canto gregoriano, ballet, vestuario concebido con la estética que plasma Tolkien en El señor de los anillos, y una iluminación que termina por conseguir la magia de toda leyenda medieval.

Estas características y un reparto de lujo eran las grandes bazas del montaje de Merlín de Albéniz. La leyenda del rey Arturo es la base de una trilogía concebida como la alternativa inglesa a la Tetralogía de Wagner El Anillo del Nibelungo. Así, la ópera Merlín debía completarse posteriormente con otras dos Lancelot y Ginebra, que no fueron escritas debido a la muerte del compositor. El musicólogo y director de orquesta, José de Eusebio ha sido el encargado de recuperar esta obra de Albéniz que estuvo perdida durante décadas. A través de un arduo trabajo de investigación en fuentes como el Museo de la Música de Barcelona o los archivos sonoros de la BBC en Londres, De Eusebio logró rescribir nota a nota la partitura original. Después de esto, José De Eusebio consiguió hacer una primera grabación de la ópera, que después sería escuchada, en versión concierto, en el Auditorio Nacional y en el Teatro Real. Este montaje, producido en solitario por el Real con un coste que se aproxima a los tres millones de euros, es la culminación de su trabajo para recuperar esta obra de Albéniz. En el equipo artístico encargado de llevarla a un escenario destaca el director de escena británico John Dew. “Su puesta en escena es muy poética –afirma De Eusebio sobre el trabajo de Dew–. Llena de imaginación capaz de crear un mundo mágico”. Por su parte, John Dew asegura que se la obra posee “una música emocionante, escrita para el alma y en la que habla de corazón a corazón”. Sin embargo, pese a la gran expectación levantada por este estreno mundial, los aplausos, al finalizar la obra después de casi tres horas de representación, no fueron ni unánimes ni calurosos. Y de las grandes figuras del reparto tan sólo destacó la soprano Carol Vaness, en el papel de Nivian la joven esclava sarracena encargada de robar el oro de los gnomos para deleite del mago que da nombre a la ópera.