SIN COMPROMISOS MILITARES
España envía buques y 900 soldados para apoyo logístico y misiones humanitarias
Por Raúl Romero Martín3 min
España18-03-2003
Las interrupciones, los gritos, los insultos, el alboroto y las llamadas al orden por parte de la presidenta de la Cámara Baja fueron constantes. Incluso, una diputada del PP sacó un cartel referente a los GAL durante la intervención de Zapatero. El debate fue muy crispado. Y es que el presidente del Gobierno anunciaba en el Congreso el apoyo de España a una guerra, pero sin mandar efectivos al frente.
A las cuatro y cinco, nada más subir Aznar a la tribuna, diputados de IU desplegaban una pancarta que decía: «Guerra no, Aznar dimisión». Empezaba el alborto y las primeras palabras del presidente: "España no participará en misiones de ataque o de carácter ofensivo en Irak. No habrá tropas de combate españolas en el teatro de operaciones". Esas fueron las afirmaciones más relevantes hechas ante el Pleno del Congreso de los Diputados por el presidente del Gobierno, quien anunció los medios que ha enviado España en lo que calificó de "misión humanitaria": varios buques y un contingente formado por 900 soldados. Ningún compromiso militar. En su cuarta comparecencia en la Cámara Baja, esta vez a petición propia para hablar sobre la crisis de Irak, José María Aznar reiteró que el Gobierno no había adquirido ningún compromiso previo de carácter militar "más allá de los derivados de los tratados y convenios en vigor". Aznar señaló que la intervención española es únicamente de carácter humanitario. En concreto, explicó que España ha enviado a la zona el buque "Galicia", dotado de capacidad médica para realizar intervenciones quirúrgicas y de camas para hospitalización. Asimismo, se incorporarán al buque unidades del Ejército de Tierra de Ingenieros y de defensa nuclear, bacteriológica y química, con capacidades para tareas de desminado y desactivación de explosivos. El buque, escoltado por la fragata "Reina Sofía" y el petrolero "Marqués de la Ensenada", contará con un contingente militar de 900 soldados. Aznar indicó también que España se compromete a continuar las tareas de ayuda humanitaria de la población y asumirá compromisos en el proceso de estabilización y normalización del territorio iraquí.
La oposición Era el turno de Zapatero. Estuvo muy duro en palabras pero no en decisiones: «Desde el momento en que EE.UU. decidió el envío de tropas, la decisión estaba tomada y usted lo sabía. Lo demás ha sido un inmenso fraude a la ciudadanía. Usted sabe que si la 1.441 sirviera para legalizar un ataque no habrían hecho el papel que han hecho buscando votos. ¿Quién se va a fiar de ustedes cuando han tenido la osadía para usurpar las funciones del Consejo?» Acusó también a Aznar de haber roto veinticino años de consenso en política exterior, «jugándose el futuro del país ahora que usted ya no tiene futuro». «Ha subvertido la política exterior violentando el Consejo de Seguridad», recalcó. Tras estas duras acusaciones, le dijo a Aznar: «Ha fracasado y además ha mentido a la ciudadanía, demasiadas veces. Es la situación más grave para un gobernante democrático, porque se ha divorciado de su pueblo y embarcado en una guerra ilegal. Hoy le exijo que sea responsable y coherente con su país y los valores democráticos. Puede pasar a la historia como un dirigente que se equivocó y rectificó o convertir su mayoría absoluta en un ejercicio de absolutismo desquiciado». El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, criticó el envío de tropas y acusó al Ejecutivo de «usurpar» funciones del Congreso y del Jefe del Estado para declarar la guerra, ya que «para declarar la guerra hay que aprobarlo en Cortes y debe llevar la firma del Rey», por lo que exigió la dimisión de Aznar, «para no contaminar al PP». Iñaki Anasagasti quiso dejar claro el mensaje «no matarás» que debe incluir tanto a ETA como a EE UU. Reprochó al presidente que no se emplee igual con otros países que vulneran los derechos humanos. Apeló a que haga más caso a lo que dice el Papa que a lo que dice Bush, «lo que dice una de las personalidades morales más importantes que lo que dicen los adventistas del séptimo día».