PAIS VASCO

Los nacionalistas ocupan los cargos principales del Parlamento vasco

Por La Semana1 min

España10-06-2001

Los resultados electorales del 13 de mayo no se han disipado en los senos de varias fuerzas políticas. Euskal Herritarrok (EH) atraviesa un momento de crisis, avivado por las declaraciones de ETA a los diarios Egunkaria y Gara. Izquierda Unida (IU) se deshace entre los partidarios y los detractores de la línea de Madrazo.

El reparto de funciones en el Parlamento vasco ha resultado bastante singular. Juan María Atutxa tuvo que esperar a la tercera votación para ser reelegido como presidente de la Cámara; Eusko Alkartasuna (EA) se hizo con la primera vicepresidencia, a pesar de que, por ley, le correspondía a los populares, pues el partido de Begoña Errazti tiene grupo propio en la asamblea y, como tal, debería haber ocupado la segunda vicesecretaría, pues obtuvo menos votos que el PP. A esto hay que sumarle la renuncia de Izquierda Unida (IU) a la secretaría primera. La decisión del grupo de Madrazo -que aboga por iniciar las conversaciones de paz, aunque ETA no deje de matar- desplazó a EH de la segunda vicesecretaría, lo que ha sido calificado por el líder abertzale, Arnaldo Otegi, como "cacicada". Las propuestas de Madrazo han suscitado una línea crítica, dentro de su partido, que considera un "suicidio político" gobernar, exclusivamente, con nacionalistas. Mientras tanto, Otegi intenta solventar la profunda crisis en la que se haya sumido su partido, tras su fracaso electoral. Voces críticas sostienen que es necesario que EH participe en las instituciones vascas y consiga una nueva tregua de ETA. Por su parte, la banda terrorista, en la primera entrevista concedida a los rotativos nacionalistas Egunkaria y Gara desde el 6 de mayo del 2000, niega la posibilidad de un alto el fuego unilateral y exige un "proceso más amplio" para abandonar las armas. El grupo terrorista -muy crítico con todas las organizaciones nacionalistas- sostiene que sus atentados no son indiscriminados y que Ibarretxe dispone de la mayoría suficiente para, "ahora más que nunca" y "sin depender de nadie", llevar el proceso soberanista "adonde considere necesario".