El último gesto de ¬generosidad¬ con los inmigrantes irregulares

Por Mª Jesús Torres2 min

España08-06-2001

En julio serán, según las previsiones del ministro de Interior, 200.000 los inmigrantes regularizados en España. Más de 10 meses después de que se abriera el proceso de regularización más grande que ha llevado a cabo el Gobierno, se inicia una nueva regularización en la que se aplicará de forma "flexible" el criterio de arraigo a aquellos que estuvieran en España antes del 23 de enero de este año.

Mediante el anuncio de este nuevo proceso, Mariano Rajoy, ministro de Interior, abría la "tercera situación de regularización" que finalizará en cuanto entre en vigor el reglamento de la Ley de Extranjería. Hasta entonces, el arraigo consistirá en encontrarse en España antes del 23 de enero de 2001. Los sin papeles deberán demostrar también "la incorporación real o potencial al mercado de trabajo, la anterior residencia regular en España o la existencia de vínculos familiares con extranjeros residentes o con españoles". Además, no deben estar insertos en ninguna causa de expulsión o en algún proceso penal en curso. Tampoco deben tener prohibida la entrada en territorio español. "Es la misma interpretación que ya se ha hecho en Valencia y en Cataluña, en todo el arco mediterráneo, que es donde realmente hay mayor concentración de inmigrantes". Así explicaba Rajoy que esta regularización es la aplicación, para todo el territorio nacional, de los acuerdos alcanzados con los inmigrantes en Barcelona, Valencia, Murcia, Huelva y Almería con motivo de los encierros de principios de año. El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, expresó su deseo de que se "imponga el buen tino y el sentido común" en esta nueva regularización. Por su parte, los socialistas consideraron que éste "es el reconocimiento del fracaso de los procesos abiertos mediante acuerdos en diferentes regiones" y que hace "exactamente" lo que propugna la enmienda del Partido Socialista (PSOE) aunque el Gobierno no quiera reconocerlo. Las asociaciones de inmigrantes recibieron con cautela el anuncio. Según el ministro, "no habrá más procesos de regularización, porque no tiene sentido estar en un proceso de regularización permanente, que por otra parte, no existe en otros países europeos". Este es un último gesto de "generosidad" de la Administración española, previa a la puesta en marcha del Reglamento de Extranjería.