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MARRUECOS

Aznar afianza con Bush la relación entre Madrid y Washington

Por Cristina CasaresTiempo de lectura2 min
España20-12-2002

Con España cubierta de negro, en parte por el chapapote y en otra por un nuevo asesinato de ETA, el presidente del Gobierno, José María Aznar, viajó el pasado martes a Estados Unidos. Nada más poner el pie en tierra se entrevistó con la administradora de la Agencia de Protección de Medio Ambiente, Christine Todd Whitman. Al día siguiente le tocaría el turno a su homólogo norteamericano, George Bush.

El avión de Aznar aterrizaba el martes en Washington por la tarde y, nada más llegar, el presidente se reunió con la administradora de la Agencia de Protección de Medio Ambiente, un cargo que se equipara al de ministro en Europa. Con Todd, Aznar analizó la legislación de seguridad marítima, que se reformó a partir de una tragedia parecida a la del Prestige, conocida como la catástrofe de "Exxon Valdés", que se produjo hace trece años en las costas de Alaska. También estudió la posibilidad de reforzar el apoyo en materia científica que Washington ya está prestando en Galicia. Al día siguiente por la mañana, el presidente español visitó la Agencia Oceanógrafa y los servicios de guardacostas. Siguiente destino: la Casa Blanca. Allí tuvo un amistoso encuentro con George Bush, con algunas palabras en español incluidas, en el que trataron los temas más candentes de ambos países. En primer lugar hablaron del Prestige y el presidente estadounidense expresó su pesar para el pueblo gallego asegurando a los medios que "José María Aznar me ha dicho nunca más y yo le creo". Aznar anunció que se van a crear grupos de trabajo de las dos administraciones para planificar la limpieza de las costas de Galicia, tanto ahora como en el futuro, y que comenzará a estudiar algunas reformas en la legislación europea para evitar nuevas catástrofes. En materia de terrorismo, Bush llegó a destacar a Aznar como "uno de los líderes más fuertes" frente a este problema. El presidente estadounidense también afirmó compartir el duelo por la muerte del guardia civil asesinado por ETA, del que Aznar añadió que "tenemos que estarle muy agradecidos. Ha salvado muchas vidas. Espero que la sociedad española no lo olvide nunca". Ambos líderes afianzaron su colaboración contra el terrorismo pero Aznar no le dio la razón en todo. El presidente español se mostró en desacuerdo con la "licencia para matar" a cualquier terrorista que Bush ha otorgado a la CIA: "Yo no he tomado nunca una decisión de ese tipo y, desde luego, no tengo previsto tomarla". Aunque sin duda, el tema que más extensamente trataron fue el de la crisis de EE.UU. con Irak. Tras la reunión y después de ver el informe de la ONU, Aznar se mostró más bien pesimista y sólo quiso comentar que "parece que el informe tiene muchas carencias". El presidente español aseguró no conocer con exactitud las decisiones que Bush tomará en el asunto de Irak pero cree que podría solucionarse de manera pacífica. Aún así situó como responsable a Sadam Husein y afirmó que "él puede evitar la guerra si cumple con las resoluciones de la ONU."