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ARGENTINA

Gran adiós al ‘corralito’ tras casi un año de vigencia

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura3 min
Economía24-11-2002

Como símbolo de "camino a la liberación" ha definido el Gobierno argentino este levantamiento del corralito. Ahora, los ciudadanos podrán sacar de sus cuentas a la vista (cuentas corrientes) todo cuanto quieran. Sólo los plazos fijos continuarán como hasta ahora, con limitacines a la hora de sacar efectivo y con la posibilidad de canje por bonos públicos.

Poco se sabía acerca de las consecuencias que el corralito traería en Argentina cuando, ya hace un año, lo impuso el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo. Una fuerte medida preludio de otras más radicales ante las cuales, por aquellas fechas, se negaban a ceder: dolarización, pesificación, suspensión de pagos o devaluación de su moneda, el peso. Sin embargo, devaluar, se devaluó, hasta provocar más del 37 por ciento de aumento en los precios, y los pagos a los acreedores privados también tuvieron que suspenderse ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas. Otra de las fases por las que se hubo de pasar fue por la de pesificación de los depósitos que estaban en dólares, con lo cual los argentinos vieron reducidos sus ahorros casi a la mitad. Durante un año, la crisis económica y política del país no ha parado de enredarse en antiguos y también emergentes problemas. A un atisbo de esperanza le proseguía otro con consecuencias que mermaban toda acción positiva del Gobierno andino, lo que ha creado una deplorable situación social. Y fue el famoso corralito y su consiguiente inmovilización de los depósitos bancarios uno de los motivos que mayor polémica suscitaron. El dólar era un refugio apetecible y aparentemente seguro, pero hubiera acabado desmoronándose en detrimento del mercado y economía argentino. Desde que el actual presidente del país, Eduardo Duhalde, subió al poder, no ha faltado día en el cual alguien no le recordara eliminar el corralito lo más pronto posible. La presión popular, en forma de caceroladas por un lado, y el Fondo Monetario Internacional, vía amenaza por otro. Por ello, Duhalde, a lo largo del año, ha ido flexibilizando el corralito y adoptando otras medidas destinadas a acabar la fuerte restricción que supone. Mientras tanto, algunas de ellas coincidían paradójicamente con la aprobación de la Ley Tapón. Al corralito le quedaba mucha vida todavía. Fue la semana pasada cuando sus días comenzaron a contarse. Roberto Lavagna, ministro de Economía de Argentina, anunció la supresión del corralito a partir del próximo dos de diciembre. "Las cuentas de ahorro y cuentas corrientes pueden pasar a ser cuentas libres" declaró el ministro, por lo que los fondos serán utilizados por sus titulares con toda libertad. Esto supondrá la liberación de 21 mil millones de pesos (5.882 millones de euros). Sin embargo, las otras cuentas, las que contienen depósitos a plazo fijo, son intocables todavía. Los calculados 9.300 millones de pesos (2.572 millones de euros) que se quedan atrapados sólo cuentan con la posibilidad, ya existente hace meses, de canjearlos por bonos públicos. Con esta decisión, el Ejecutivo demuestra que ya no teme que los argentinos vayan a hacer un mal uso de su dinero llevándoselo hacia el dólar. El presidente confía plenamente en que se emplee para consumir o invertir en el país y ha tildado la resolución como beneficiosa y "como un nuevo impulso a la economía" del país, que predice estar "a punto de salir de la recesión".