SONDEO DEL CIS

La fórmula de la Coca Cola otorga a Aznar la supremacía electoral en 10 autonomías

Por Ana María Riaza 2 min

España20-11-2002

Rodeado de polémica y fuegos cruzados, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentaba la pasada semana el último de sus sondeos, que adelanta los resultados para las elecciones autonómicas de 2003.

"Secreta como la de la Coca Cola". Con estas palabras definía el pasado miércoles el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, la fórmula con que se calcularon los últimos y beneficiosos resultados de estimación electoral para el Partido Popular (PP) presentados por el CIS. Unos resultados que, por otra parte, y en contra de lo que cabía esperar, han resultado especialmente favorables para el Partido Socialista (PSOE), el cual, pese a perder la hegemonía en las Comunidades de Aragón y Baleares, disminuye su desventaja electoral frente al PP en hasta casi seis puntos con respecto a los resultados obtenidos a principios de año. De este modo, y en caso de que se celebrasen elecciones en este momento, el Partido Popular volvería a ganar las generales, aunque ya no lo haría por mayoría absoluta: el 41 por ciento de los votos estimados para el partido de Aznar se establece a muy poca distancia del 37,1 por ciento de los socialistas, quienes, además, se llevan la palma con el voto directo y el voto más simpatía, donde Zapatero superaría en hasta tres puntos al líder popular como favorito en la sucesión a la cabeza del Gobierno español. Por otro lado, Izquierda Unida (IU) mantiene su apoyo electoral en un 5,4 por ciento, mientras que los catalanes Convergencia i Unió (CiU) rebajarían el 4,2 por ciento obtenido en julio en un total de hasta dos décimas. Asimismo, el nacionalismo vasco de PNV mantendría su estimación de voto en un 1,5 por ciento. Por su parte, la proposición de ley presentada por los partidos de oposición, PSOE, Izquierda Unida, Partido Nacionalista Vasco y Grupo Mixto, a cerca de la posibilidad de variar la naturaleza jurídica del CIS -actualmente regulado por la ley 39/1995-, recibía el pasado miércoles en el Parlamento un total de 154 votos en contra, 120 a favor y 14 abstenciones. La propuesta, que pretendía desligar la actividad del CIS de las tendencias políticas delineadas por el Gobierno, fue tachada por los populares de "pobre", jurídicamente hablando, y además reseñaron la incongruencia formal de la misma, al sugerir la posibilidad de que el presidente del Centro fuese nombrado por mayoría cualificada a través del Congreso de los Diputados, y se le diera rango de subsecretario.