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TENIS

Ferrer y Conchita, maestros nacionales

Por Juan Diego GómezTiempo de lectura2 min
Deportes24-11-2002

El Palau Sant Jordi de Barcelona fue testigo del masters del tenis español, cuya final tuvo un claro protagonista: David Ferrer. El alicantino se impuso a Álex Corretja, tres veces campeón de la fiesta de final de temporada, por 7-5 y 6-4. En la final femenina, Conchita Martínez hizo valer su veteranía y se impuso por un doble 6-1 a Marta Marrero.

El partido comenzó muy igualado: ambos jugadores llegaron hasta el décimo juego conservando su saque, pero en el 5-5 el joven Ferrer rompió el saque de Corretja y se adjudicó la primera manga. La segunda tuvo mucha menos historia. El barcelonés Corretja no supo aprovechar su experiencia y Ferrer le volvió a romper el saque, con lo que logró una ventaja de 3-1. A pesar del apoyo del público del Sant Jordi, Corretja no pudo ya recuperar el juego perdido y cayó derrotado. El de Jávea exhibió en todo momento un juego muy alegre, con una gran potencia en sus golpes desde el fondo de la pista, con las que respondió a las continuas subidas a la red de su rival. Con este título, Ferrer cierra la mejor temporada de su carrera, después de haber ganado ganar su primer torneo internacional, el abierto de Bucarest (Rumania), y quedar segundo en otro, el de Umag (Croacia), en el que perdió contra Carles Moyà. Es el número 60 en la clasificación de la ATP y ya es el maestro en España, para lo cual hubo de eliminar en su camino a Tommy Robredo, al campeón de Roland Garros, Albert Costa, y a un jugador tan completo como Corretja en la final. En cambio, el catalán no recordará el 2002 como uno de sus mejores años, ni mucho menos, después de no haber logrado cuajar grandes actuaciones en ningún Grand Slam y no lograr la clasificación para el Torneo de Maestros de Shanghai, perjudicado por una lesión el tramo final de la temporada. En el cuadro femenino del torneo, Conchita Martínez, toda vez retirada ya Arantxa Sánchez-Vicario, demostró que sigue siendo la número uno del tenis español tras derrotar en la final a la joven Marta Marrero, con contundencia, por un contundente y doble 6-1. El partido tuvo una clara dominadora de cabo a rabo: Marta Marrero, defensora del título, no estuvo a su altura, con un mal saque y unos restos peores aún. Sin embargo Conchita demostró que todavía tiene mucho que demostrar a sus 30 años, y que pese a la retirada de Arantxa, ella no está dispuesta a ceder tan pronto el testigo generacional del tenis femenino en España. Marrero, junto con Anabel Medina, está llamada a recoger ese testigo. Ilusión no les falta y talento tampoco, aunque necesitarán una gran dosis de suerte para que consigan hacer rememorar las épocas tan inolvidables como las que Conchita y Arantxa han brindado en la última década.