COPA DEL REY
Rey de la Copa del Rey
Por Luis Prieto2 min
Deportes09-02-2018
Llegar a cinco finales consecutivas de la misma competición, más que suerte, es propio de un equipo que quiere ganar todo lo que se le ponga por delante. Esta vez la víctima fue el Valencia, un manso e inocente Valencia que cuando quiso no pudo y cuando pudo no estuvo acertado. El aire de remontada que respiraba Mestalla se esfumó cuando Messi cogió el balón y Rodrigo falló la más clara para los locales.
Quizás la remontada estuvo ahí, en ese cabezazo al larguero en el primer cuarto de hora de partido, pero lo cierto es que el Barça dominó, esperó y volvió a dar un recital de juego ante un Valencia que va para abajo.
Marcelino arriesgó desde el inicio. Salió con 3 delanteros (Zaza, Rodrigo y Vietto) pero sin presionar arriba al Barcelona. Los culés relajaron cualquier intento rebelde del Valencia, con Messi como director de orquesta y un André Gomes perdido por el campo. Fue la única sorpresa en la alineación, pero le pudo salir muy cara a Valverde. Algunas pérdidas de Gomes generaron ocasiones de peligro para el Valencia, pero superar a Umtiti y Piqué (por muy mermado que esté) es una misión arriesgada.
El efecto de los 3 delanteros se apagó con el cabezazo de Rodrigo. Desde ese momento Messi se dedicó a regatear, asistir y soltar algún latigazo. El poco acierto ofensivo del Barça permitió seguir soñando al Valencia en la segunda parte. Con Zaza peleando por todo y contra todos y Vietto desaparecido, el mejor de los che fue Rodrigo, liberado de tareas defensivas por un gran Kondogbia.
En los segundos 45 minutos no hubo partido. Coutinho, que salió en la reanudación, se encargó de confirmar lo osado que es sentarle, ahora mismo, por André Gomes. El brasileño aprovechó un centro de Suárez para lanzarse al segundo palo y cruzar el balón al primero. El tanto hizo que el Valencia necesitase tres para darle la vuelta a la situación, pero el equipo no está para tantos trotes. El gol apagó a los de Marcelino que, para colmo, vieron como Rodrigo y Garay se tenían que marchar antes de tiempo lesionados.
El paso de los minutos fortaleció al Barcelona. Luis Suárez aprovechó un error de Gabriel Paulista para plantarse solo ante Doménech y dejársela a su compañero Rakitic, que tiró a placer para cerrar el encuentro. Al Valencia no le sale nada y al Barça todo, prueba de ello fue el paradón espectacular de Cillessen a un Gayá que todavía debe esta r dándole vueltas a esa ocasión. Hasta Yerry Mina tuvo tiempo de debutar en un partido que se hizo eterno para el Valencia.
Ahora espera el Sevilla, el único equipo junto con el Barcelona que está vivo en 3 competiciones. Otra final de una Copa en la que el Barça, ahora mismo, es el rey.