El entorno de los asesinatos en serie: pánico y motivos difusos

Por La Semana1 min

Sociedad25-10-2002

La policía investiga las posibles motivaciones para actuar de John Allen Muhammad y John Lee Malvo, los presuntos asesinos del rifle detenidos la semana pasada que han mantenido en vilo a los ciudadanos estadounidenses durante varias semanas. Las hipótesis de la enfermedad mental o las ideas neo-nazis o terroristas compiten con la mala suerte en la vida profesional y afectiva de Muhammad como posibles impulsos para que el francotirador del rifle o el asesino del tarot apretase el gatillo.

Muhammad, un hombre de 41 años, es el principal sospechoso de los asesinatos. Se convirtió al Islam hace 17 años y se ha divorciado dos veces. Su habilidad con las armas viene de su época militar: fue sargento del Ejército estadounidense y participó en la guerra del Golfo. Lejos de estrategias perfectamente estudiadas, en la cabeza de este presunto asesino la lógica en la elección de sus víctimas parece que ha brillado por su ausencia: al azar disparaba a una persona cualquiera una sola vez. Las fuerzas de seguridad de Estados Unidos continúan las investigaciones para saber si hay más personas implicadas en una cadena de asesinatos que ha mantenido en vilo a la población. La sensación de inseguridad y miedo ha llevado a tomar precauciones en el día a día. Ir de compras, echar gasolina, divertirse en el parque o acudir al colegio podrían ser actividades de riesgo: en cualquier lugar podría haber alguien apuntando con un rifle. La situación de terror ha influido también en el mercado del entretenimiento. Cualquier cosa podría dar ideas al asesino del tarot. Por ello, se han retirado de la venta videojuegos y películas, se han suspendido campañas de publicidad en las que se hacía alusión a un tema similar o resultaban demasiado violentas. La ficción parecía acercarse demasiado a la realidad, más aún con mensajes como el que dejó el francotirador: "sus niños ya no están seguros en ningún lugar, en ningún momento".