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TOUR DE FRANCIA

Póker para Froome que amenaza a los mitos del ciclismo

Por Fernando GarcíaTiempo de lectura4 min
Deportes23-07-2017

Con un final más apretado de lo que se esperaba, el ciclista de Reino Unido Chris Froome ha obtenido el cuarto triunfo general de la gran ronda del ciclismo. El británico se ha impuesto al colombiano Rigoberto Urán y al francés Romain Bardet, al que ha separado tan solo un segundo de perder la plaza en el podio a favor de Mikel Landa.

Froome reina en Paris. Termina la edición 104 de la ronda gala con un triunfo para el gran favorito, Chris Froome. El británico nacido en Kenia tuvo que sufrir para lograr la victoria en un tour muy igualado que ha estado marcado por las caídas de los pesos pesados del ciclismo actual y por la ascensión de las nueva promesas del deporte de la bicicleta.

En lo más alto del cajón volvió a estar el líder del poderoso equipo Sky, que aupó a su capitán al cuarto triunfo general. Le acompañaron en el podio un excelente Rigoberto Urán, que volvió a recordar al completo ciclista que se aupó a la misma posición por dos veces en el Giro. En el último peldaño se posicionó Romain Bardet, la gran esperanza francesa quien a punto estuvo de dejar su puesto al español Mikel Landa, al que solo aventajó en un segundo.

No fue un Tour normal. Después de la gran superioridad demostrada por Froome en los últimos años, su puesto como favorito era evidente. Pero el corredor del Sky no es inmune al paso de los años, y sus rivales buscan desbancar al gran campeón. Muchos nombres le seguían en las apuestas, encabezadas por Bardet tras su segundo puesto de 2016, con Quintana, Contador, Porte, Chaves, Bardet y Aru como aspirantes al maillot amarillo.

La gran ronda no empezó bien para los españoles. Valverde e Izagirre debía abandonar en la primera etapa tras un caída en la que se impuso Geraint Thomas, y Contador perdía tiempo en las siguientes en las que ‘besó el asfalto’ en varias ocasiones. Pero la carrera francesa no solo fue cruel con los hispanos, muchos de los grandes animadores del Tour hicieron las maletas antes de tiempo.

Uno de ellos fue Cavendish, que se tuvo que retirar tras una acción ilegal de Sagan en un sprint. El eslovaco golpeó con el codo al británico, y la acción dejó fuera a ambos. Su lugar en los finales apretados lo ocupó Kittel, quien con solo once etapas disputadas ya sumaba cinco triunfos. Al final, el germano no pudo acabar la carrera, y el maillot verde de la regularidad fue para Michael Matthews, que obtuvo dos victorias de etapa.

El comienzo de la montaña marcó el devenir de la carrera. Un sorprendente Aru se imponía en la etapa en la que Froome se hizo con el maillot amarillo, e incluso se atrevía a arrebatárselo en la doceava jornada. Pero el británico, sin la superioridad mostrada en otras ocasiones, volvía a enfundársela, gracias a un gran trabajo de su equipo, el Sky, y de un sensacional Mikel Landa. No volvería a quitárselo, y los ataques de sus rivales demostraron que, pese a estar lejos de su mejor nivel, Froome sigue siendo ‘il capo di tutti capi’ del ciclismo actual.

La última parte de la ronda gala fue animada por Barguil, quien se impuso en dos jornadas montañosas, y con un valiente  Contador, que lejos de la general luchó con ahínco por una etapa que no llegó. Mientras, los favoritos buscaban debilidades en el Sky, pero la gran vuelta de Landa acobardó a Urán, Bardet y Aru, conocedores de que la contrarreloj de la penúltima jornada favorecía a Froome, justo vencedor final.

El Tour que pudo haber sido

La gran vuelta siempre depara emoción, pero su edición de 2017 pudo ser muy distinta. Si la primera etapa nos dejaba sin Valverde, y Contador perdía opciones en numerosas caídas, fue quizás la de Richie Porte la que más importancia tuvo, no solo por su espectacularidad, sino por la ronda que el australiano estaba realizando.

Porte se fue directo contra la roca en el descenso de Mont du Chat cuando se había convertido en el animador del Tour. Su caída le provocó daños en la cara y le obligó a abandonar, aunque posteriormente evolucionó bien de sus lesiones. Daniel Martin, arrollado por Porte, también perdió un tiempo precioso sin el cual podría haber optado a un puesto en el podio.

También quedará la duda de que habría podido hacer Mikel Landa si no hubiese tenido que ayudar a su jefe de filas, Chris Froome. El de Álava se mostró muy fuerte durante toda la ronda y quizás podría haber optado a la victoria en la general. Al final un segundo le separó del tercer puesto en el podio, lo que dejó un mal sabor de boca para el español.

La ausencia de Vincenzo Nibali, así como el bajo rendimiento de Nairo Quintana pone en duda la idoneidad de disputar el Giro de Italia si se opta a ganar la carrera francesa. Mientras el italiano decidió luchar por la victoria de la edición centenaria de la ronda italiana, en la que al final solo pudo ser tercero, Quintana pagó su esfuerzo para ser segundo en la lucha por la maglia rosa y ha completado un Tour decepcionante.

El ganador final volvió a ser Froome, pero no dominó como en otras ocasiones. Sin victoria de etapa y sin superar el minuto sobre el segundo clasificado, el británico puede haber mostrado el principio de una nueva etapa en el ciclismo profesional, donde aspirantes como Bardet, Aru, Landa o Porte podrían frustrar el sueño del de Sky de ganar su quinto Tour y ascender al Olimpo al que solo han llegado Anquetil, Merckx, Hinault y el español Miguel Indurain.