Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Latinoamérica

La oposición venezolana considera un éxito su consulta

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura3 min
Internacional17-07-2017

La consulta popular preguntaba al pueblo venezolano sobre tres cuestiones fundamentales. Mientras que la primera consistía en saber si estos apoyaban o no a la Asamblea Constituyente defendida por Nicolás Maduro (prevista para el próximo 30 de julio), las otras dos versaban sobre si el encuestado consideraba conveniente unas elecciones anticipadas y si creía que el ejercito del país debía respaldar las decisiones adoptadas en la Asamblea Nacional, controlada por la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a los principales partidos de la oposición.

Así, según la oposición, en torno al 95% de los más de 7 millones de votantes de esta consulta han votado en contra de la Asamblea Constituyente defendida por el régimen actual, así como también han exigido unas elecciones para antes de 2018 (cuando termina el mandato de Nicolás Maduro) y han pedido a las Fuerzas Armadas del país que dejen de apoyar a la "dictadura" que consideran que existe en Venezuela. Esta cifra, de ser cierta, no es nada desdeñable estadísticamente hablando, ya que Venezuela tiene una población de unos 32 millones de habitantes.

Sin embargo, además de que no era vinculante, la consulta adolecía de ciertos errores técnicos y así como carecía de algunas garantías electorales básicas para que fuese realmente válida. Y es que, en primer lugar, al no estar respaldada por el Consejo Nacional Electoral del país, la población no estaba llamada a las urnas en un determinado colegio electoral, por lo que cabe la posibilidad de que muchas personas hayan votado más de una vez en distintos lugares. Asimismo, el voto no ha sido secreto, si bien la oposición afirma que quemará los resultados para garantizar la seguridad de los votantes.

Por su parte, desde el sector oficialista de Venezuela se afirma que, además de esto, se ha permitido votar a extranjeros y a menores de edad. También consideran que la cifra de votantes totales no alcanzaría en ningún caso los 3 millones, en vez de los 7 defendidos por la oposición. Por todo ello, según la postura que se mantenga, la jornada ha tenido dos interpretaciones totalmente distintas.

Así, por un lado, los miembros de la MUD afirman que este plebiscito es una muestra de que la Asamblea Constituyente de Maduro (que consideran fraudulenta, por lo que no se presentaron a ella ningún miembro de la oposición) no cuenta con el apoyo popular necesario como para salir adelante. El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, es de la opinión de que este gran número de votantes hace que Nicolás Maduro esté automáticamente "revocado a día de hoy", mientras que Leopoldo López ha declarado que "es un deber histórico, político, constitucional y moral cumplir y hacer cumplir el mandato de la soberanía popular", que a estos efectos considera que ha dicho un rotundo no al proyecto de Nicolás Maduro.

Sin embargo, por el otro lado, desde los grupos afines al presidente de Venezuela se afirma que, además de los ya citados errores técnicos y faltas de garantías, el pueblo del país si que está de acuerdo con la Constituyente, tal y como demuestra, en su opinión, que hayan salido a votar el mismo día del plebiscito al llamado Ensayo Constituyente (si bien todavía no se han presentado los resultados). A este respecto, cabe destacar que varios medios internacionales se equivocaron a la hora de publicar fotografías afirmando que eran votantes de la oposición cuando en realidad eran “chavistas”. Por todo ello, Nicolás Maduro ha dicho que lo que el pueblo ha afirmado durante la jornada del 16 de julio es que no quiere más violencia ni "terrorismo" en sus calles, por lo que insta a la oposición a llegar a acuerdos y a abandonar las movilizaciones masivas que recorren el país desde hace más de tres meses.

Por último, cabe destacar que el plebiscito convocado por la oposición ha contado con el apoyo mayoritario del resto de países del mundo, que consideran en su mayoría que sus resultados significan que Maduro no puede seguir con su proyecto constituyente. En consonancia con esto, el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, ha afirmado a través de su cuenta de Twitter que “la Asamblea Constituyente no es el futuro. La solución debe salir del cumplimiento de la constitución y de la asamblea ordinaria”.