Terrorismo

Se cumplen 20 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco

Por Javier Álvarez Lago2 min

España12-07-2017

Miguel Ángel Blanco fue secuestrado un 10 de julio de 1997. ETA, culpable de este deleznable crimen, exigía que se acercasen a sus presos al País Vasco. Dos días después, ante la negativa del Gobierno a cumplir con la exigencia de la banda terrorista, el joven concejal del PP (tenía 29 años) era asesinado de dos disparos en la nuca. Su muerte provocó que la sociedad civil saliera en masa a la calle, al grito de "asesinos", en repudia de este crimen.

Veinte años después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, ha tenido lugar un acto de homenaje en Ermua, su pueblo natal. En él, su alcalde, el socialista Carlos Totorika, que ya dirigía la población cuando el joven concejal fue asesinado, ha destacado: "ETA nos robó la vida de Miguel Ángel, pero no nos robó ni la libertad ni la dignidad". "Entre todos conseguimos derrotar a ETA", derrota que considera que tuvo un punto de inflexión importantísimo cuando Miguel Ángel fue asesinado, pues millones de personas salieron en masa a las callas, unidas contra ETA, cuando sucedió este crimen. Ya lo hicieron cuando fue secuestrado pidiendo que le perdonasen la vida... y volvieron a salir aún con más fuerza cuando murió para condenar la barbarie terrorista.

Sin embargo, el acto y los días precedentes han estado presididos, más que por el homenaje a esta figura, por la polémica, por el uso partidista de este trágico suceso. Y es que, por su parte, algunos partidos como PSOE y Podemos se negaron inicialmente a rendirle un homenaje. Justificaban su actuación diciendo que no hay que destacar a unas víctimas sobre otras, como dijo Pablo Iglesias en su día. Esto ha llevado a que miembros del PP y Ciudadanos se hayan dedicado más a criticar esa actitud que a conmemorar la figura de Miguel Ángel, símbolo de la unión de la ciudadanía española ante el salvajismo.

Al acto en Ermua, además de ciudadanos de la más diversa índole y profesión, han acudido miembros de todos los principales partidos políticos, incluyendo PSOE, Podemos y EH-Bildu. Respecto a este último, tras acabar el homenaje, el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, ha afirmado que algunos de los presentes han acudido al acto simplemente para "blanquear su imagen", en alusión Julen Arzuaga, del que ha dicho que "aplaudió su asesinato" cuando este sucedió.

Esta declaración se suma a las hechas desde el propio PP y Ciudadanos durante estos días. Por ejemplo, mientras que Fernando Sánchez Maíllo consideraba "moralmente reprobable" y de "bajeza política" el que el Ayuntamiento de Madrid decidiese no poner una pancarta en honor a Miguel Ángel (lo que Cristina Cifuentes definió a su vez como "mezquino"), Albert Rivera, líder de Ciudadanos, dijo que esto se debía a que el partido comandado por Pablo Iglesias está más cerca de "Otegui que de las víctimas y los demócratas". Sin embargo, cabe destacar que, debido a la presión ejercida, el Ayuntamiento de Madrid ha decido finalmente sumarse a las conmemoraciones y colocar una pancarta en honor a Miguel Ángel. Sea como sea, esta polémica no ayuda a recordar la figura de Miguel Ángel, sino que desvía la atención de la unión que mostró la ciudadanía allá por 1997 para centrarse en la disconformidad y los réditos partidistas que parecen mandar en 2017.