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TRIBUNALES

Moix dimite de su cargo como fiscal jefe Anticorrupción

Por Luis ArtolaTiempo de lectura4 min
España01-06-2017

El ya exfiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, ha renunciado este jueves a su cargo ante "motivos personales". El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha mantenido su defensa a Moix y cree en la ausencia de comportamiento irregular. Los últimos días se publicaba la pertenencia de Moix a una sociedad en Panamá con una participación del 25%. No obstante, las asociaciones de fiscales y los partidos de la oposición pedían su cese inmediato. Moix ha sido objeto de polémica ante sus dudosas actuaciones en la fiscalía anticorrupción.

Manuel Moix, fiscal jefe Anticorrupción, ha dimitido este jueves por causas “personales”, según ha presentado en su renuncia. Esta renuncia "irrevocable", tras únicamente 87 días en el cargo, se produce después de conocerse detalles de su participación en un 25% de una sociedad offshore en Panamá desde 2012, que oculta la posesión de un chalet ubicado en Collado-Villalba heredado, junto a sus tres hermanos, de sus padres.

La presentación de la dimisión de Moix se ha producido ante el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza. No obstante, éste ha manifestado en su comparecencia su defensa al ya exfiscal jefe Anticorrupción y ha declarado que "no ha existido en su comportamiento ningún tipo de irregularidad ni ilegalidad". Según Maza, no ha cometido anomalía alguna que incida en una incompatibilidad. De todas formas, el Fiscal General ha advertido que las presuntas infracciones cometidas por Moix no afectan a la Fiscalía, dado que ésta es un órgano independiente y autónomo.

 

Asimismo, Maza ha insistido en la carencia de motivos para que se haya producido el cese del fiscal jefe Anticorrupción. También se ha dirigido a los medios de comunicación, a los que no ha admitido la realización de preguntas y en clara referencia a los mismos ha añadido que "el argumento para la dimisión de un posible daño a la imagen pública debería ceder ante algo más importante, que es el fondo de la institución, la autonomía".

Ante ello ha concluido su exposición con la reiteración de la independencia de la fiscalía, tanto del Gobierno como de todos los poderes del Estado y otras instituciones. Este órgano judicial, ha continuado el fiscal general, está adscrito a la ley sin intervención ni influencia de ningún otro aparato.

Tras la publicación de la existencia de la empresa panameña atribuida a Manuel Moix, los fiscales Anticorrupción y otras asociaciones de la fiscalía tanto conservadoras como independientes manifestaron seguidamente sus críticas hacia éste y pidieron su cese así como la indiferencia del fiscal general Maza y del ministro de Justicia, Rafael Catalá, ante los hechos. Estos últimos deberán comparecer en el Congreso para exponer y defender sus argumentos ante dichos acontecimientos, aunque ambos se han apresurado a reducirlos a la esfera personal de Moix.

Además, las declaraciones de los diputados de los grupos de la oposición en las que pedían su renuncia inmediata, han colocado en los últimos días a Manuel Moix en una delicada situación a pesar de sus explicaciones en diferentes medios de comunicación. Su nombramiento tuvo lugar el pasado 22 de febrero aunque su trayectoria ha sido controvertida desde el inicio ya que al tratarse de un fiscal próximo al Gobierno, anterior fiscal superior de Madrid, le permitiría manejar una fiscalía que dirige entre otras, causas con implicación directa o indirecta del PP, como los casos Púnica, Gürtel y Lezo. Asimismo su no pertenencia previa a la plantilla de Anticorrupción suscitó comentarios encontrados sobre su competencia en esa materia.

En su corta actuación a cargo de dicha institución también ha sido motivo de desconfianza después de hacerse públicas las grabaciones en las que Ignacio González, expresidente de la comunidad de Madrid e imputado en el caso Lezo, declaraba ante el exministro Eduardo Zaplana su entusiasmo ante la posible futura designación de Moix al frente de Anticorrupción. A pesar de todo, y de las advertencias de asociaciones fiscal a José Manuel Maza, éste prosiguió con su intención de situarlo en ese destino.

Igualmente, próximo a desenmascarse la operación Lezo, Moix evitó el registro de una sociedad que participó supuestamente en delitos en torno al Canal de Isabel II en el año 2001 y se empeñó en que la trama Lezo no se declarara como organización criminal Los fiscales Yáñez y García Cerdá convocaron, con excepción, una reunión urgente de Anticorrupción para frenar la orden de Moix. Esto supuso la casi destitución de Yáñez por parte del jefe de la institución, relevo que no consiguió finalmente.

Por otra parte, intentó sin éxito retirar de la investigación del caso del 3% de Cataluña a los fiscales José Grinda y Fernando Bermejo que interpelaron ante el Consejo Fiscal. Otro de los conflictos se produjo ante su desaprobación a la investigación de la Guardia Civil y la fiscalía del caso Lezo en la que se comprometía al secretario de Estado de Seguridad por un posible "chivatazo" a Ignacio González de su probable seguimiento ante supuestos delitos de corrupción. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha manifestado que la dimisión del fiscal jefe Anticorrupción "llega tarde". Por otro lado, Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, considera que se trata de una pieza más de la trama que envuelve al PP.