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Latinoamérica

Se suceden las jornadas de violencia en Venezuela

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura2 min
Internacional25-05-2017

La violencia en Venezuela no parece tener fin. Tras más de 50 días de protesta en las calles, se han sucedido en el país centenas de manifestaciones, no siempre pacíficas, contra el régimen de Nicolas Maduro. En este tiempo, han fallecido 55 personas, tres de ellos miembros de las fuerzas de seguridad del estado. La oposición culpa de estas muertes a los policías y militares afines al régimen, así como a los llamados "informales", supuestos paramilitares. El Gobierno, por su parte, culpa a grupos de terroristas de extrema derecha.

Y es que la mayoría de muertos no son imputables directamente ni al Gobierno ni a la oposición, pues se trata de muertes provocadas a manos de grupos armados que irrumpen en las manifestaciones para atacar ya sea a los propios manifestantes pacíficos o las fuerzas de seguridad. Por ello, para la oposición son paramilitares al servicio del régimen, mientras que para el Gobierno de Maduro no son sino terroristas de ultraderecha que pretenden derrocar a su ejecutiva. Sin embargo, todo parece indicar que se trata en la mayoría de los casos de grupos afines al Gobierno.

Luisa Ortega Díaz, la Fiscal General del país, declaró que, además de esta cifra de 50 fallecidos, más de mil personas han resultado heridas en los conflictos contra las fuerzas de seguridad o entre grupos armados, sean estos afines al Gobierno o la oposición. Han muerto ciudadanos que se manifestaban tanto por el régimen como en su contra. Por otra parte, la cifra de detenidos supera las 2.500 personas, estando alrededor del 10% de ellas todavía en prisión.

Sin embargo, también se han reportado casos de flagrantes violaciones de derechos humanos por parte de los cuerpos de seguridad del estado. Asimismo, la Fiscal General ha informado de que al menos 37 miembros de estos cuerpos se les está procesando por esta causa. Para la oposición, por el contrario, la impunidad está casi garantizada para aquellos que cometan estos actos siempre y cuando las víctimas no sean partidarios del partido en el poder.

El ministro de interior, justicia y paz, Néstor Reverol, es uno de los principales focos de críticas por el modo de enfrentar las manifestaciones. El conocido como el "Plan Reverol" es considerado por la oposición como un plan que recurre a la violencia desmedida sistemáticamente, mientras que él mismo lo describe como un Plan necesario ante la violencia que provocan los "fascistas". Así, unos condenan que se están cometiendo asesinatos y encarcelamientos políticos, mientras que Reverol afirma que al detener a algún que otro político de la oposición se está acusando a estos de provocar violencia en las manifestaciones.

Sin embargo, pese a la información que vende el Gobierno, es incuestionable que la situación es excesivamente violenta y que las fuerzas de seguridad deberían ayudar a mitigar esto. De ningún modo es permisible la existencia de grupos de paramilitares. El viernes 26 de abril se cumple un mes de la muerte de Juan Pablo Pernalete, que murió tras el impacto de una bomba lacrimógena disparada por la policía. El gobierno de Maduro, pese a las evidencias en su contra, lo negó.