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ATENTADO EN MANCHESTER

Un lobo solitario ataca Manchester

Por Remedios Maroñas Tiempo de lectura2 min
Internacional23-05-2017

Manchester ha sido el último objetivo terrorista. Una explosión al final del concierto de la cantante Ariana Grande ha desatado esta madrugada el pánico en la ciudad inglesa. Según los últimos datos, al menos 22 personas habrían muerto y 59 estarían heridas. El ataque perpetrado por un suicida se suma ya a una larga lista de ataques que han golpeado a Gran Bretaña. El más grave, en julio de 2005.

Actúan independientemente de las organizaciones que después se atribuyen sus crímenes. Los motiva el odio social, el fanatismo religioso, la promesa de un paraíso coránico, la admiración de sus tutores o cualquier otro sin sentido. Los lobos solitarios son el perfil del arma más eficaz del DAESH, pero también la más desestabilizadora.

Según las agencias de inteligencia y seguridad de Europa y EE.UU., hay miles de potenciales lobos solitarios desperdigados en Occidente que traman atentados; muchas veces imposibles de detectar. Este ha sido el caso del perpetrado esta madrugada en Manchester. Pero también el de hace unos meses en el puente de Westminster, Londres, en el que un hombre embistió con un coche a los transeúntes que paseaban cerca del Parlamento, o el ataque en Niza con el mismo modus operandi, que arrolló a una multitud que celebraba el Día Nacional de Francia. O el caso del tiroteo de Orlando y San Bernardino.

En los últimos años, Gran Bretaña y Francia se han convertido en blancos principales del autodenominado Estados Islámico en Europa Occidental. El motivo, un cambio de rumbo en la ruta del yihadismo global.

En 2005 el yihadismo se concentraba en el noroeste de Pakistán. Al Qaeda movilizó en la zona numerosos adeptos de ascendencia paquistaní nacidos o residente en territorio británico. Fue entonces cuando se cometieron los atentados del 7 de julio en Londres, uno de los graves de toda su historia. Cuatro atentados coordinados a la misma hora en tres tramas del metro y autobús londinense, que estallaron y provocaron la muerte de 56 personas.

Con el auge del Estado Islámico, este se consiguió trasladar también a Siria e Irak y con ello, el escenario del terrorismo yihadista pasó también a reubicarse a Bélgica y Francia. Sobre todo, en la movilización de cientos de jóvenes musulmanes descendientes de inmigrantes residentes del país que se han radicalizado.

Detrás de Gran Bretaña, Francia y Bélgica, Alemania y España son los siguientes en la lista de países con la máxima amenaza yihadista de Europa. Tanto en reclutamiento como por la presencia de células vinculadas al Estado Islámico. Después de 13 años, el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid sigue siendo uno de los mayores cometidos en Europa por una célula yihadista. En él murieron 192 personas y fueron heridos 2057 personas.