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Wikileaks

Suecia retira los cargos de violación contra Assange

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura2 min
Comunicación19-05-2017

La fiscalía sueca ha cerrado este viernes el caso de violación "menor" que pesa contra Julian Assange, el fundador de Wikileaks. Sin embargo, todo induce a pensar que el informático y activista australiano seguirá teniendo problemas judiciales en el futuro. Y es que, pese a que lleva refugiado casi cinco años en la embajada ecuatoriana de Londres, tendrá que seguir allí, al menos de momento, pues sigue siendo reclamado por la justicia británica y, al menos aparentemente, por la justicia norteamericana.

Julian Assange fundó Wikileaks en 2006 con el objetivo de filtrar al público información oculta y clasificada. Así, pronto sus páginas recogieron información, sustraída sin autorización de los gobiernos, extremadamente delicada en cuanto trataba, entre otras cuestiones, de las actuaciones y motivaciones de la guerra de Irak. Según sus defensores, la acusación de violación "menor" que recayó posteriormente sobre Assange en 2010 se debe, sin embargo, a estas previas filtraciones, radicando su ser en motivos políticos y no en legales. Por su parte, el australiano afirmó en su día que las relaciones fueron consentidas.

Así, en 2012, estando en Reino Unido, la justicia de este país aceptó la orden de extracción sueca que pesaba contra él (siguiendo las directrices de la Interpol tras el procedimiento iniciado por la fiscalía sueca en 2010). Sin embargo, utilizando su régimen de libertad bajo fianza, el fundador de Wikileaks se refugió en la embajada ecuatoriana de Londres, donde solicitó asilo político, que le fue concedido apenas dos meses más tarde.

Allí, sin poder siquiera salir a la calle para coger un avión que le lleve a Ecuador o a otro país afín, lleva Julian Assange refugiado más de cinco años. Y eso que en 2016, la OACDH (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) afirmó que su reclusión era "arbitraria", exigiendo, pero sin capacidad vinculante, que tanto Suecia como Reino Unido abandonasen su causa contra él y respetasen "su integridad física y su libertad de movimiento y le reconozcan el derecho a percibir una indemnización". 

Sin embargo, ahora que Suecia ha cerrado finalmente el procedimiento, Assange no puede salir todavía de la embajada, pues sería detenido por los fuerzas de seguridad británicas que vigilan constantemente el lugar (el Gobierno del país ha gastado unos 10 millones en ello). Y es que Reino Unido pretende llevarle a juicio por haber burlado la libertad otorgada bajo fianza. Mientras tanto, aunque no existe procedimiento oficial contra él, los defensores de Assange aseguran que el principal riesgo que corre el fundador de Wikileaks es el de una posible extracción a EEUU por delitos contra la seguridad nacional derivados de la filtración de secretos de estado. A este respecto, Jeff Sessions, el nuevo fiscal general de EEUU, dijo el pasado abril que detener a Assange es una "prioridad" para el Gobierno de la nación.

Así, el horizonte judicial de Assange se ha visto tan sólo parcialmente iluminado por el cese de los cargos de violación "menor" que recaían sobre él desde Suecia. Mediante su cuenta en Twitter, el fundador de Wikileaks ha colgado una foto de él sonriendo, así como un mensaje en el que afirma que no va a "olvidar ni perdonar" el que haya estado detenido siete años "sin cargos", mientras su nombre era difamado y sus hijos crecían lejos de él. Todavía está por ver cuándo el Gobierno de Theresa May le permitirá finalmente abandonar la embajada.