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EEUU

Trump destituye al director del FBI por mentir en el Senado

Por Luis ArtolaTiempo de lectura3 min
Internacional10-05-2017

Este miércoles el presidente de EEUU, Donald Trump, ha destituido fulminantemente al ya exdirector del FBI, James Corney. Según Trump habría mentido en sus declaraciones ante el Senado cuando fue preguntado por el caso de los usos de documentos secretos de Estado en el correo personal de Hillary Clinton. Los demócratas consideran una maniobra más de impedimento a la actuación independiente de la justicia. Se cree que con esta polémica decisión se intenta apartar la investigación de las relaciones con Rusia durante la campaña republicana, indagación dirigida por Corney.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha destituido al director del FBI, James Corney. Según publicaba el periódico digital ProPublica, Corney habría mentido en el Senado en relación al caso del uso del correo personal de Hillary Clinton para cuestiones de Estado. En definitiva, la web de periodismo de investigación desvela la desproporción de su discurso que ponía en cuestión la gravedad de los riesgos para la seguridad nacional del país.

La oposición conformada por el partido demócrata considera, sin embargo, que esta última acción de Trump no es más que un intento de obstrucción a la Justicia. Éstos se basan en la presunción de que el presidente de EEUU ha provocado la destitución del máximo responsable de la investigación entre el Gobierno ruso y la polémica campaña previa a las elecciones. De hecho, han calificado la decisión como “nixoniana” en referencia a la también destitución del fiscal del caso Watergate el famoso Sábado Noche de 1973 por el presidente de EEUU en ese momento, Richard Nixon. Aquello supuso la dimisión de Nixon tras lo que era considerado un escándalo mayúsculo por espionaje a la oposición.

La crisis política está servida tras esta inesperado relevo a Corney. A pesar de la reacción contundente del partido demócrata, en los republicanos impera el silencio, de momento ante la decisión. De hecho, se sabe que los congresistas republicanos han intentado impedir el progreso de la investigación en curso sobre Trump y Rusia. Moscú también ha hablado aunque estiman que el Kremlin no está involucrado y por ello, esperan que no se entorpezca la buena relación habida hasta el momento con el nuevo Gobierno de Trump. El portavoz del Gobierno de Rusia, Dmitry Peskow, ha defendido que “esto es un asunto interno de EEUU, una decisión soberana tomada por el presidente que no tiene nada que ver, o no debería tener que ver, con Rusia”.

Parece que la súbita decisión proviene de las declaraciones de Corney ante el Senado hace una semana, donde la comisión de garantía le preguntó sobre dichos temas, los correos de Hillary Clinton y la relación EEUU-Rusia previa a las elecciones generales. Las respuestas del ya exdirector del FBI presagiaban la relación de cercanía del político del partido demócrata, Anthony Weiner con Hillary Clinton a través de la esposa de éste, Huma Abedin, quien le reenviaba los numerosos correos de Clinton. A su vez, Weiner está encausado en otra investigación.

De todas formas, el FBI negó tales declaraciones del director, confirmando que los documentos recibidos a partir del correo de Hillary Clinton eran mucho menos cuantiosos en número, de los cuales únicamente uno de ellos contendría información reservada. Clinton sospecha del importante papel de Corney en la victoria de Trump en las elecciones del 28 de octubre del pasado año, ya que inmediatamente después se interrumpió la investigación ante la “falta de pruebas”.

Las declaraciones de Corney ante el Comité de Asuntos Judiciales favorecieron en cierto modo mantener el foco de atención mediático y político en el director del FBI en detrimento de las relaciones entre el exconsejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, Michael Flynn y el embajador de Rusia, Sergei Kislyak. Todo ello unido a la competencia republicana dirigida por el congresista republicano Ted Cruz y la creación de una imagen negativo del Gobierno de Obama.

En la carta de Trump con destino a James Corney, éste le habla sobre la incapacidad para dirigir el FBI, al igual que sentencia el fiscal general del Estado en sus reiteradas demandas para la destitución de Corney. A su vez el presidente americana alaba la función del FBI como institución y cree que “es esencial que encontremos un nuevo liderazgo para el FBI que restaure la confianza pública”.