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Denuncia artistica

El artista sudafricano William Kentridge, premio Princesa de Asturias de las Artes

Por Hellen LanzaTiempo de lectura2 min
Cultura04-05-2017

Polifacético, creativo, perfeccionista y profundo son algunos de los adjetivos que describen al artista sudafricano, William Kentridge, quien ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2017. Sus obras no solo transmiten emoción y sentimiento sino que también hacen conciencia de diferentes dramas sociales. En el acta del jurado que le otorga el premio se ha manifestado lo siguiente: "por ser uno de los artistas más completos e innovadores del panorama internacional".

En esta edición del premio habían 43 candidatos de 19 países pero la candidatura de Kentridge contaba, desde el principio con el apoyo de la editora y comisaria del arte contemporáneo, Elena Ochoa. La obra ganadora ha expresado mediante metáforas la historia y la realidad de su país.

Su trayectoria

“El año que viene volveré a la pintura. El año que viene intentaré ser un artista de verdad”, es la frase que siempre repetía William Kentridge cuando empezó a crear sus primeros intentos artísticos. Él comenzó estudiando ciencias políticas y estudios africanos en la Universidad de Witwatersand, pero le gustaba escaparse siempre que podía a diferentes clases que se impartían en la Johannesburg Art Foundation porque le gustaba la pintura.

Poco a poco y con mucho esfuerzo fue mejorando pero esto en muchas ocasiones no fue suficiente y “quedo reducido a hacer dibujos con carboncillo”. Este estilo se convirtió en su pasión creando de esta manera un arte único para la época.

Su arte se basa en un tipo de revestimiento conocido como “palimpsesto”, usado en las épocas tempranas del grafismo, cuando los seres humanos pintaban los animales en las cuevas. Se basa en huellas de líneas casi ininteligibles que permanecen plasmada en la página.

Por otra parte, el artista convierte las capas difusas de grafito en dibujos animados que luego se proyectan sobre una pantalla. A lo largo de su carrera, el artista ha combinado la práctica del dibujo, el grabado, el teatro y el cine donde ha trabajado como guionista, actor y director. Su estilo es tan variado como las creaciones en sí misma. En muchas ocasiones recuerdan al dadaísmo y al expresionismo alemán, como a los dibujos animados de los 60.

Denuncias mediante metáforas

Además de su estilo único lo más importante es el mensaje que transmite cada una de sus obras. Kentridge expresó en una biografía para estudiantes que: "Soy un sudafricano blanco, sé que he crecido como una persona privilegiada así que, lo mínimo que puedo hacer es trabajar duro".  Sus padres fueron abogados especializados en la defensa de las víctimas de torturas durante el apartheid.  A pesar de eso, sus obras no se centran en el apartheid, sino en historias de muchas personas que han sufrido por los problemas sociales del país africano.

Aunque las obras del artistas se han podido apreciar en varias partes del mundo, en España solo se ha podido observar su arte en pocas ocasiones. La primera vez fue en 1999, cuando el Macha le dedicó una exposición extensa para mostrar las películas animadas que había realizado hasta ese momento. Luego  en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga en 2012. Este próximo 31 de octubre se inaugura en el Museo Reina Sofía una producción plástica de Kentridge a partir del teatro y de la ópera. Se podrá disfrutar de esta obra hasta el 19 de marzo de 2018.