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LATINOAMÉRICA

Maduro prepara un proceso constituyente para relanzar su poder

Por Luis ArtolaTiempo de lectura5 min
Internacional02-05-2017

Venezuela continúa con las interminables luchas políticas entre revolucionarios y opositores que mantienen una situación caótica en los ciudadanos. Éstos llamados por los opositores se han manifestado durante un mes para exigir la libertad de los presos políticos y la convocatoria de elecciones. La respuesta del Gobierno ha sido siempre represora y violenta, con más de 30 muertes y 1,600 encarcelados. Maduro proponía este lunes establecer una nueva asamblea constituyente en su intención de frenar a la oposición por lo que cree necesario un nuevo escenario para Venezuela.

Venezuela continúa con un agravamiento de la problemática social y económica derivados de las políticas adoptadas por el régimen de Nicolás Maduro. Durante el último mes los ciudadanos han comenzado a manifestarse en masa llamados por la oposición aunque el Gobierno ha respondido con medidas represivas en forma de ataques por parte de los cuerpos de Seguridad, con lanzamientos de gas o disparos a los rebelados. Los opositores, entre otras manifestaciones, se rebelaron para exigir la destitución de siete jueces del Tribunal Supremo por lo que consideraban como "golpe de Estado" la sentencia en la que el poder legislativo pasaría de la Asamblea Nacional al Supremo.

En esta última ocasión, Maduro ha dado marcha a una nueva estrategia que endurece aún más sus maniobras precedentes. Este lunes aprovechó su cobertura mediática para acusar a la oposición de crear actos violentos cuando el antichavismo decidió convocar una ola de protestas. Según el mandatario, "lo que ellos han hecho no tiene nombre, es una verdadera emboscada contrarrevolucionaria, es una arremetida violenta para caotizar la sociedad, para asaltar el poder político". Continuó su mensaje con lo que considera la necesidad de aplicar "un nuevo escenario para Venezuela". Para ello convocará a los ciudadanos para terminar con "esta situación de golpe continuado contra revolucionarios". En su discurso reiteró su idea de búsqueda de poder por parte de la oposición, con la demanda de libertad pero sin pasar por elecciones.

Ante ello el presidente venezolano decretaba la puesta en marcha de un proceso constituyente para conseguir "derrotar el golpe" y así relanzar el poder del Estado. Las normas adoptadas serían, entre ellas, la convocatoria de elecciones "sin partidos ni élites" de las que salieran elegidos 500 constituyentes con el poder para redactar una nueva Carta Magna. Por ello, Maduro expresó que "yo convoco al poder constituyente originario que sea el pueblo con su soberanía quien imponga la paz". Esta operación constituye, pues, el anuncio de la disolución del Parlamento que se formó después de las pasadas elecciones, hace año y medio. Con ello se lleva por delante la V República iniciado por Hugo Chávez.

De esta forma, el presidente de Venezuela acuciado por la presión social y política internacional  ha replicado que "ha llegado el día, hermanos, no me fallen. No le fallen a Chávez, no le fallen a la patria…  El poder que me entregó Chávez se lo entrego a ustedes, vamos a ganar la batalla". La enorme presión surge tras posicionarse la Organización de Estados Americanos (OEA) a favor de una solución que permita salir al país de la represión gubernamental. En las últimas semanas la OEA se reunió con carácter de urgencia para dialogar sobre la crisis que vive el país bolivariano. A lo que Venezuela se negó a participar por no contar con su permiso por lo que el Gobierno de Maduro amenazó con retirarse del bloque latinoamericano.

Asimismo, la Unión Europea se unió el pasado jueves en bloque para convocar medidas que regeneren el deterioro democrático que sufre Venezuela a la vez que condenaba la represión contra manifestantes pacíficos. También la Fiscal del Estado de Venezuela dio muestras de su posición contraria al régimen de Maduro y el pueblo y la oposición han conseguido minar aunque sea mínimamente sus pretensiones, tras las multitudinarias marchas y manifestaciones desde hace un mes y en las que más de 30 personas han fallecido, centenares han resultado heridas y 1,600 encarceladas tras las actuaciones violentas y represoras de la policía del Estado.

Maduro justificaba, pues, este lunes sus últimas actuaciones declarando ante sus seguidores en la Avenida Bolívar que "yo soy un demócrata. No queremos una guerra civil, ahora queda en la mano de ustedes". Maduro habló de su deseo de dialogar con la oposición y, que a pesar de intentarlo, "no han querido sentarse, después no se quejen". Pero a la vez, sus seguidores se manifestarían para reivindicar la patria.

Este 1 de mayo, no obstante, se reproducían las acciones violentas policiales hacia los opositores. De todas formas, el análisis del comienzo del proceso proclamado por el presidente venezolano da por finalizada la Constitución de 1999, la que fuera símbolo de la revolución bolivariana. Asimismo, las elecciones próximas a gobernador y las generales para el 2018 desaparecerían del calendario. Otras consecuencias del nuevo ataque chavista supondrá un incremento de la represión.

Pero para Nicolás Maduro, a pesar de la urgencia del nuevo decreto ante las dificultades para continuar adelante con su régimen, la pérdida de partidos supone el establecer unas elecciones favorables por las que al menos la mitad de los constituyentes serían elegidos por mayoría de obreros y sectores similares y, el resto sería gracias a la circunscripción municipal.

Los opositores consideran que esta novedosa actuación de Maduro constituye un verdadero "golpe de Estado contra la democracia" como ha asegurado el presidente de la Asamblea, Julio Borges. Además, Henrique Capriles llama a la ciudadanía a continuar con las manifestaciones en contra de “semejante locura”. En cuanto a la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, secretario general, ha reiterado la intención de los países integrantes de impedir la consolidación de la dictadura en Venezuela. Ha afirmado en declaraciones a la agencia EFE que "la salida de la OEA no es la solución, lo es la redemocratización del país".

La demostración de poder del Gobierno de Venezuela frente a las movilizaciones ciudadanas a pesar de su flaqueza continúa con el impetuoso apoyo de milicianos o medios de comunicación públicos.