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LATINOAMÉRICA

Dos muertos y 500 detenidos tras nuevas protestas contra Maduro

Por Luis ArtolaTiempo de lectura4 min
Internacional20-04-2017

Los opositores volvieron a manifestarse este miércoles contra el Gobierno revolucionario de Maduro. Entre 100,000 y 200,000 personas en diversos puntos del país exigieron nuevas elecciones y respeto a las instituciones parlamentarias. Muchos manifestaron estar cansados de la grave crisis que sufre el país y pidieron la salida de Maduro. Numerosos policías cargaron contra las diversas marchas con el resultado de dos jóvenes fallecidos, 57 heridos y más de 500 detenidos. Mientras, el presidente venezolano celebraba el buen funcionamiento de su gobierno.

Las protestas que tuvieron lugar este miércoles en Venezuela se saldaron con dos personas muertas y al menos 57 heridos así como más de 500 manifestantes detenidos, según ha informado a Efe la ONG Foro Penal Venezolano. Las manifestaciones antigubernamentales se produjeron en las principales ciudades venezolanas y acudieron entre 100,000 y 200,000 personas que denuncian la represión a la que está sometido el país por el Gobierno de Nicolás Maduro. En la llamada "la madre de todas las marchas", la séptima que se realiza durante este mes de abril, los opositores pedían respeto al Parlamento, libertad de los presos políticos y la convocatoria de elecciones.

Sobre todo, la capital, Caracas, fue el epicentro en el que se reunió el mayor número de personas que se manifestaron con el lema "se acabó el miedo" y, en algunos casos, se enfrentaron a las fuerzas de seguridad que intentaban abortar las protestas pacíficas mediante perdigones o gases lacrimógenos. Algunos de los manifestantes decidieron responder a los intentos de intimidación por parte de la policía y de los militares con el lanzamiento de trozos de cemento arrancados del suelo de la calle. Asimismo otras localizaciones donde se desarrollaron duras batallas campales fueron San Cristóbal, Barinas, Maracaibo o el estado de Falcón.

El Gobierno de Maduro había sido alertado tanto por la ONU, la Unión Europea y otros 11 países del continente americano, para que permitiera el derecho a la manifestación de los ciudadanos y opositores. Incluso la fiscal general del Estado, Luisa Ortega, se adhería a la petición internacional de asegurar el legítimo derecho de los ciudadanos. En un comunicado la Fiscalía aseguraba que "es un derecho constitucional convocar manifestaciones pacíficas y éstas no deben poner en riesgo la integridad de los manifestantes ni de terceros, ni la estabilidad institucional".

La fiscal Ortega desoye de nuevo la líneas marcadas por Nicolás Maduro tras haber sido también crítica con las sentencias 155 y 156 emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia. En esa ocasión los decretos establecían que las funciones que anteriormente correspondían a la Asamblea Nacional pasarían a ser responsabilidad de dicha institución, lo que otorgaba mayor poder a este Tribunal y al propio presidente Maduro.

A pesar de los avisos de la comunidad internacional el Ejecutivo de Venezuela mandó el despliegue de numerosos policías que abrieron fuego contra algunos manifestantes. De los dos fallecidos, uno es Carlos José Moreno, de 17 años, que murió al inicio de la protesta convocada en el barrio de San Bernardino, tras recibir un impacto de bala en la cabeza. El joven ni siquiera era un manifestante, ya que se encontró con la marcha en la calle. A declaraciones al periódico El Mundo, un testigo afirmaba que los colectivos de policía y militares llegaron y comenzaron a disparar, por lo que algunas personas respondieron con piedras.

Otros manifestantes expresaban su cansancio y declaraban que solo querían elecciones para que se fuera Maduro y volver a la Venezuela de antes. Otra joven, Paola Ramírez, de 24 años, falleció en la región de San Cristóbal, próxima a la frontera colombiana. También recibió un disparo durante el transcurso de la protesta convocada en esta zona. Diversas organizaciones pro-derechos humanos y Voluntad Popular, partido progresistas de Venezuela, han acusado a los radicales revolucionarios de las dos muertes. Hasta el momento el número de fallecidos durante las diversas protestas de las últimas tres semanas en el país se eleva a ocho.

Por otra parte, el PSUV, partido que congrega diversas fuerzas políticas y sociales en apoyo al Gobierno de Maduro, ha confirmado la muerte en una zona próxima a Caracas, San Antonio de los Altos, de un sargento de la Guardia Nacional. Los partidos opositores han denunciado una cuarta muerte durante las marchas del miércoles. En cuanto a los numerosos detenidos los asesores se encuentran desbordados, según ha explicado Alfredo Romero, director del Foro Penal. Asimismo, diversos manifestantes fueron arrastrados por la corriente del río Guaire, en Caracas, ante la amenaza de los gases lacrimógenos. Todos los heridos "se encuentran fuera de peligro" ha declarado el alcalde de Chacao, Ramón Muchaco.

El objetivo de las protestas tras concentrarse en hasta 20 diferentes localizaciones de la capital, era su llegada a la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas. La violenta actuación de las fuerzas de seguridad del Estado ordenadas por el Gobierno impidió que la parte oeste, la más crítica y numerosa, cumpliera su propósito. Entre estas zonas se encuentran El Paraíso, San Martín y San Bernardino. En la primera de ellas se encontraba unida a la protesta la esposa de Leopoldo López, preso político. La región oeste tradicionalmente chavista durante las elecciones de 2015 se decantó por un mayor apoyo a la oposición al régimen.

A su vez, en una zona cercana al Palacio de Miraflores, simpatizantes de Maduro, revolucionarios y milicianos aclamaban al presidente venezolano ante lo que el gobernante exclamó "estamos desmantelando el golpe de estado terrorista". Acusó al presidente del Parlamento, Julio Borges de ser el responsable del “golpe” y se jactó del buen hacer de su gobierno.

La oposición continúa con intención de acabar con el régimen de Maduro por lo que ya ha anunciado nuevas protestas a las que auguran aún más éxito de convocatoria. Así lo han manifestado tras el acuerdo en la Mesa de Unidad Democrática. El gobernador Henrique Capriles ha expresado que "si hoy salimos millones, mañana tienen que ser muchos más".