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Estados Unidos

El Partido Republicano evidencia la división sobre Trump

Por Mariló PardoTiempo de lectura2 min
Sociedad25-03-2017

Donald Trump afronta su primer gran fracaso como presidente de los Estados Unidos. No ha conseguido los apoyos necesarios en el Congreso para derogar la ley sanitaria implantada por el expresidente Barack Obama. Este fracaso deja claro que el nuevo presidente va a tener que sortear numerosos obstáculos dentro de su propio partido para conseguir llevar a cabo todas las políticas que prometió en la campaña electoral.

El multimillonario presidente va a tener más dificultades de las que se esperaba para poder poner en marcha todos los cambios que tenía en mente cuando era candidato a la presidencia. Cuando Trump se proclamó el pasado 7 de noviembre ganador de las elecciones frente a Hillary Clinton, los propios republicanos también afianzaron su poder en el Congreso lo que parecía a primera vista que iban a ser todo comodidades para el magnate. Sin embargo, su propio Partido Republicano no está dejando que Trump lleve a cabo todo lo que prometió.

A pesar de que cancelar la actual ley sanitaria conocida como Obamacare ha sido uno de los objetivos principales entre los republicanos aún no se han puesto de acuerdo para desarrollar una ley alternativa. Trump no ha sido capaz de sumar los 216 votos necesarios para reformar la ley sanitaria.

Más de 40 congresistas republicanos votaron en contra de la derogación de la ley dejando clara la división existente en el propio partido republicano al que Trump va a tener que enfrentarse a lo largo de todo su mandato. El magnate ha decidido culpar ante la presa al Partido Demócrata de su revés y no a la oposición de los congresistas de su propio partido. El presidente ha afirmado que "no tenían el apoyo demócrata, ni un solo voto por que lo que de esa manera era muy difícil".

Este revés se agrega a los dos bloqueos judiciales a los que se ha tenido que enfrentar. Trump pretendía prohibir la entrada en el país americano de refugiados y de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana (Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak), finalmente sin éxito ni apoyo.

Sin embargo, Donald Trump ha aclarado en diversas ocasiones que nada podrá frenar los objetivos que tenía fijados y que hará todo en su mano para llevar a cabo lo que prometió en la campaña electoral, empezando por su reforma fiscal, la cual ya ha anunciado que se pondrá a trabajar en ella en los próximos meses.