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EGIPTO

Mubarack sale en libertad tras seis años de la Revolución

Por Luis ArtolaTiempo de lectura3 min
Internacional24-03-2017

El exdictador y expresidente de Egipto, Hosni Mubarack ha conseguido la libertad tras decretarse su absolución definitiva por la Fiscalía General, tras su condena en 2012 a cadena perpetua. Mubarack que había conseguido un poder absoluto en el gobierno participó como cómplice del asesinato de 239 revolucionarios en la plaza de Tahrir el 25 de enero de 2011. Su absolución pone en entredicho los logros de la Revolución tras derrocar su régimen dictatorial.

El exdictador egipcio Hosni Mubarack ha sido puesto en libertad este viernes. Mubarack ha permanecido en prisión durante seis años tras ser arrestado el 13 de abril de 2011. El Tribunal de casación con la Fiscalía General egipcia al frente emitió el dictamen de su absolución definitiva hace dos semanas. Varias eran las causas que le llevaron a tener que cumplir condena, entre ellas, diversas relacionadas con la corrupción. Pero la principal fue la supuesta complicidad en el asesinato de 239 opositores revolucionarios que consiguieron, no obstante, el derrocamiento de su régimen dictatorial. Se trata del primer gobernante que fue juzgado tras la llamada Primavera Árabe.

Mubarack ha permanecido en el hospital militar durante gran parte de su estancia en prisión. Según su abogado, Farid al Dib, el expresidente se ha establecido en su casa del noroeste de El Cairo, en el elitista barrio de Heliopolis. Esta mansión habría sido adquirida de forma irregular durante su etapa dictatorial en Egipto. No obstante, aún quedan cargos por los que está encausado y pendiente de juicio, entre ellos su imputación por apropiación indebida de fondos públicos aunque por el momento sus abogados han conseguido cambiar la condena previa de tres años por el período, mucho menor, que pasó en prisión preventiva.

Esta situación judicial, por tanto, ha llevado a la retirada del pasaporte y la prohibición de viajar al extranjero. Sin embargo, existen voces críticas como la del investigador del think tank, institución multidisciplinar, Timothy Kaldas que considera "su puesta en libertad como otra muestra de una revolución que fue lanzada, pero no completada". Este experto en estrategia política habla del desafío que supone aún enfrentarse a todo un sistema policial y judicial concebido bajo el amparo del mismo Mubarack.

Su estatus de político veterano aseguró al exdictador una situación cómoda durante su estancia en prisión según otros analistas. Su aparente mal estado de salud favoreció su permanencia habitual en un hospital militar y el empeño en que su proceso fuese considerado más político dejando en un segundo plano la legalidad, hizo que, a pesar de intentar satisfacer a los opositores revolucionarios, el Gobierno militar decretase un trato favorable al expresidente egipcio.

Uno de los activistas de la revolución en la plaza Tahrir, Bassem Janoubie, reflexiona sobre la situación de su excarcelación y piensa que la gente está dispuesta a perdonarlo ya que lo único que interesa a la población en estos momentos es la búsqueda de su propia subsistencia. Esto sería una muestra de la necesidad de olvidar por parte de la mayoría de los egipcios. Sin embargo, cree que "nos equivocamos al dar un valor icónico a la figura de Mubarack". El político y dictador egipcio, de 88 años, gobernó durante casi treinta años como Presidente de la República Árabe de Egipto. Tras acceder después del asesinato de Anwar-El Sadat em 1981, mantuvo un estado de emergencia que favoreció incrementar su poder en detrimento de sus opositores.

El expresidente egipcio fue condenado a cadena perpetua en 2012 aunque la apelación del juicio consiguió un segundo proceso que tumbó la sentencia inicial, quedando absuelto de todo cargo. Su ratificación por la justicia le ha dado la libertad. Algo parecido ha ocurrido durante estos últimos años con otros altos representantes de su régimen que han prestado como máximo una leve condena. El golpe de Estado perpetrado por el actual presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi no ha ayudado demasiado a los revolucionarios que cumplen largas condenas. De todas formas, los que no olvidan son los familiares de las víctimas de la Revolución y han mostrado su pesar ante la absolución de Mubarack. Para muchos representa el fracaso de la revolución del 25 de enero que aspiraba a un cambio de régimen.