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Juicio a Artur Mas

La sentencia del 9-N refuerza a los partidos independentistas

Por Remedios Maroñas Tiempo de lectura2 min
España14-03-2017

La sentencia del juicio sobre el referéndum del 9-N se ha resuelto con 98 páginas. El Tribunal  Superior de Justicia de Cataluña ha sancionado al expresidente autonómico Artur Mas con dos años de inhabilitación para ejercer cargos públicos por desobedecer la resolución judicial del Tribunal Constitucional, que prohibió la consulta independentista. A la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsejera de Educación Irene Rigau se les ha condenado a un año y nueve meses y un año y medio, respectivamente, como “cooperadoras necesarias” del delito de desobediencia.

Como la sentencia no es firme, las defensas han anunciado que recurrirán. Esto significa que, aunque la condena impide a Mas concurrir a unas elecciones autonómicas si se convocan antes de dos años, Rigau, única condenada actualmente ocupando un cargo público, sí que podrá seguir desempeñando sus funciones como diputada de Junts pel Sí en el Parlamento catalán.

Frente a la sentencia, ha habido distintas reacciones. El portavoz del PP, Pablo Casado, con prudencia e intentando huir de la “provocación”, ha destacado el poder y valor de la Justicia, que “pone a cada uno en su sitio”. Desde el PSOE, Antonio Hernando ha remarcado que la sentencia es “benévola” si se tiene en cuenta la petición inicial del fiscal de 10 años de inhabilitación. Asimismo, ha considerado la resolución como una “consecuencia lógica del incumplimiento y desobediencia al Tribunal Constitucional y las reglas del juego”. 

En sus antípodas, los partidos independentistas han reiterado que seguirán con su hoja de ruta, el referéndum. Además, han explicado que las especulaciones de polémica, por la presunta implicación de Convergencia Democrática de Cataluña en casos de corrupción, no los separa de su objetivo común.

El portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña, Sergi Sabrià, ha tachado la sentencia contra el expresidente de “indigna” y “antidemocrática”. También se ha pronunciado el condenado Artur Mas, quien ha dicho que la sentencia es solo un “estímulo más para seguir adelante” con el proceso soberanista.

En la zona intermedia que abandera En Comú Podem, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado en las redes sociales que “judicializar un conflicto político es enquistarlo”. Por su parte, el secretario general de Podem, Albano Dante Fachín, ha sido menos políticamente correcto, y ha dicho que este proceso judicial representa una “grave carencia democrática”.

Fuera de Cataluña, sólo Podemos ha expresado rechazo a la sentencia. Pablo Iglesias ha calificado de “vergüenza” que se condene a un político por “poner unas urnas” para que voten los ciudadanos. Asimismo, ha definido a Artur Mas como heredero del pujolismo.

Frente a todo esto, Ciudadanos se ha hecho un hueco en la voz catalana para advertir al Govern de Junts pel Sí de las consecuencias de celebrar un nuevo 9-N.