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TURQUÍA

Holanda veta los actos políticos de dos ministros turcos

Por Luis ArtolaTiempo de lectura4 min
Internacional13-03-2017

Rótterdam, ciudad holandesa que iba a convertirse en sede principal de mítines políticos de sendos ministros turcos, de Exteriores y de Asuntos Familiares, ha sido objeto de protestas de ciudadanos turcos ante la prohibición de las autoridades holandesas a las actuaciones destinadas a apoyar el referéndum constitucional turco. Estos discursos tenían la intención de convencer a sus compatriotas a ampliar el ejecutivo presidencial en las elecciones del próximo 16 de abril.

Durante el fin de semana se han recrudecido las relaciones entre el Gobierno holandés y Turquía. La razón principal era la intención de dos ministros del Gobierno turco de llevar a cabo sendos discursos políticos en Rótterdam, importante núcleo de los Países Bajos, con la intención final de apoyar el referéndum constitucional convocado por Ankara. Ambos cargos oficiales del gobierno tenían la intención de convencer a aquellos turcos residentes en Holanda en aras de actuar el próximo 16 de abril para favorecer la ampliación del poder presidencial a nivel ejecutivo, cargo que sustenta el islamista Recep Tayyip Erdogan.

Finalmente ambos mítines no tuvieron lugar ante la rápida actuación de las autoridades holandesas quienes ante la imposibilidad de llegar a una desenlace viable con la república de Turquía, vetaron la entrada de los dos ministros. El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu no pudo aterrizar en el aeropuerto de la ciudad. Previamente y al ignorar la decisión de las autoridades holandesas, a pesar del vuelo del canciller turo, se anunció la retirada inmediata de los derechos de aterrizaje. Ante ellos el Gobierno turno amenazó con sanciones tildando de "vestigio de nazismo" el anuncio de La Haya. Mientras, la ministra de Asuntos Familiares, Fatma Betül Sayan Kaya, tampoco pudo acceder al consulado de Turquía en Rótterdam tras realizar su viaje desde Alemania, en esta ocasión, a través de carretera.

El resultado fue el traslado del primero a Francia y el regreso de la ministra Fatma Betül de nuevo a Alemania. Las autoridades holandesas ya habían avisado mediante un comunidado oficial que "en el contacto mutuo con Turquía, los Países Bajos dejaron claro en repetidas ocasiones que no se debía comprometer el orden público y la seguridad en nuestro país". No iban a admitir en ningún caso las reiteradas vejaciones verbales procedentes del Gobierno turno por lo que "la búsqueda de una solución razonable resultó imposible".

La irresponsabilidad cometida por la ministra de Asuntos Familiares ante el convencimiento de continuar con su campaña política dentro del territorio neerlandés, ha sido calificada de gran irresponsabilidad y, a pesar de las advertencias reiteradas de la negativa de las autoridades holandesas a llevar a cabo su intencionalidad de extender su discurso dentro de su territorio, la solución de emergencia fue su custodia al regreso a Alemania.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha recalcado la no intencionalidad de su país de prohibir la entrada de los políticos turcos a su país pero ha avisado de la prohibición de concurrir por dichas autoridades en actividades políticas ya que podrían poder en peligro la seguridad y el orden público. Hay quienes toman este hecho como parte de la campaña de Holanda ante la proximidad de sus eleccione y en las que prevalece una horda de populismo. Por su parte, la ministra Kaya, ha comunidado a través de redes sociales que "Holanda está violando todas las leyes internacionales, convenciones y derechos humanos prohibiéndome entrar al Consulado turco en Rotterdam". Concluye en su valoración de despreciar a su país con una "actitud antidemocrática" y reveló su falta de intención de intervenir en materia política externa que no le corresponde.

Turquía ha respondido con vehemencia en un comunicado y a través de su ministro de Exteriores y asegura que la embajada holandesa sita en Ankara no retomará su actividad ni regresará a Turquía durante un tiempo indeterminado. Por otra parte, continúa con las represalias al país neerlandés y atribuye la tensión originada entre ambas naciones a Holanda a pesar de las excelentes relaciones habidas entre ambas durante más de cuatro siglos. De hecho, una cincuentena de ciudadanos turcos se concentraron estos días ante la embajada en Holanda para animar a las autoridades turcos a no ceder ante las presiones de su país de acogida.

Las deterioradas relaciones surgidas entre ambos países han llevado a Çavusoglu, ministro de Asuntos Exteriores, a acusar a Holanda y, tras ser vetado de su discurso en Alemania, de obstaculizar a los ciudadanos turcos residentes en los Países Bajos su paso a Ankara, tratándolos como "rehenes". Exige, por ello, que deje de llevar a cabo esa dictatorial, según el canciller, "actitud de jefe". De hecho, ante los hechos acaecidos, se han publicado varias fotografías del pasado fin de semana en las que se evidencian las cargas policiales en la capital holandesa y en Roterdam por las que el ministro de Asuntos Exteriores turco exigen disculpas y la consecución de las correspondientes acciones legales contra las autoridades policiales ante lo que considera "atenta contra el derecho internacional". A pesar de ello, Holanda ha manifestado mantener el compromiso de diálogo con Turquía.