Premios Goya

Una gala de reivindicación con un presentador eclipsado

Por Paula Segura Ramírez4 min

Cultura05-02-2017

La 31 edición de los Premios Goya ha estado marcada por ser un evento de lo más reivindicativo y algo más corta de lo normal. Los tres factores que han determinado esta gala, a ratos descafeinada, han sido por antonomasia un Dani Rovira muy diferente al que esperábamos ver, comparado con el del año anterior, el discurso de la presidenta de la Academia de Cine Español, Yvonne Blake, en el que ha pedido un pacto de Estado con la cultura y las declaraciones de algunos políticos que han acudido al evento.

Por tercer año consecutivo, Dani Rovira ha vuelto a presentar los Premios Goya. Un factor que hace que el monologuista y los galardones más importantes de nuestro país sean  dos realidades indisolubles. Aunque el actor y humorista había asegurado que no volvería a presentar la gala más importante del cine español, el malagueño ha vuelto a atreverse con este hueso duro de roer y ha vuelto a sorprendernos a todos con su monólogo inicial.

Antes de que la ceremonia diese comienzo, Dani Rovira ha asegurado a los medios que no estaba nada nervioso y que en la gala tendríamos muchas sorpresas. Además, también quiso recalcar que durante la entrega de los Premios Goya 2017 veríamos a "un Dani de la comedia, de las sorpresas, divertido", pero siempre desde la responsabilidad que le han otorgado. Y así lo ha hecho mostrándose más comedido sin hacer una exageración como en la última edición. Esto ha determinado que él mismo se haya eclipsado pasando a un total segundo plano. 

Clichés visuales aparte, una de las claves de la noche llegó de la mano de la presidenta de la Academia de Cine, Yvonne Blake, y el vicepresidente, Mariano Barroso. Ambos han adoptado la táctica del poli bueno-poli malo, respectivamente. ''El cine no es un sector que vive del Estado. Genera riqueza para el Estado. Somos un sector que genera riqueza, actividad y oportunidades de empleo para la sociedad española", ha reiterado. Además, ha recordado que las salas de cine en España recaudaron "más de 605 millones de euros" en 2016, mientras que "el presupuesto del Estado para el cine ha sido de 77 millones de euros". En este sentido, ha indicado que el Gobierno ha recaudado en concepto de IVA de entradas de cine 28 millones de euros más de lo que va a gastar en él".

No obstante, ha recalcado que la taquilla "no es la única referencia para medir el valor de una película". "Hay otro tipo de cine que busca y que abre nuevos caminos y es tan necesario como el que llena las salas. Su rentabilidad es distinta pero necesaria. Es la rentabilidad de la cultura, del conocimiento y la identidad", ha dicho. 

Por su parte, la presidenta de la Academia de Cine, Yvonne Blake, ha indicado que es "optimista" y que la institución está "avanzando". "Hay mucha gente que se está incorporando a nuestra Academia, muchos guionistas, actores, productores", ha señalado Blake, quien les da la bienvenida a la Academia. Además, ha destacado que el cine español es "una referencia internacional". Blake ha señalado que si en la España de 1981 hacían pequeñas películas familiares, como Las aventuras de Enrique y Ana y solo tenían clavos en la pared para colgar el vestuario, en 2016 hacemos superproducciones. Progresamos, evolucionamos", ha agregado.

Una de las grandes protagonistas de la noche ha sido la actriz Ana Belén, quien ha recogido su Goya de Honor a toda una carrera dedicada y entregada a la industria del cine. Visiblemente emocionada y "absorta" tras una intensa ovación, Ana Belén ha recibido el Goya de Honor en un discurso en el que ha aprovechado para reivindicar la figura de la mujer en el cine. "¿Por qué cuesta tanto que a las mujeres se nos reconozca como a los hombres?", ha criticado la actriz cuya carrera se ha reconocido en estos premios Goya 2017. "Lo que no entiendo es que después de tanto luchar por las libertades y por la dignificación de esta profesión, se sigan dando tantos pasos atrás", ha lamentado la actriz.

A sus 65 años y después de más de 40 películas y más de 30 obras de teatro, ha reconocido que la situación "es mejor que hace 50 años, pero se me escapa por qué sigue habiendo menos mujeres que hombres en el cine. Si no fuese porque hacen falta mujeres para interpretar mujeres, ni siquiera estaríamos las que estamos", ha insistido Ana Belén, que aunque ha aceptado que ha habido incorporaciones en los últimos años, "sigue estando muy por debajo de lo deseable".

Por último cabe destacar la poca presencia de figuras políticas pero no por ello sus declaraciones tienen menos importancia. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, acudió vestido con un esmoquin como "gesto de doblar la rodilla ante los trabajadores de la cultura". Respecto a las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre el hecho de no haber visto ninguna de las películas nominadas a los Goya, Iglesias señaló que "es grave".

Por su parte, el director J.A.Bayona ha afirmado que del presidente del gobierno espera "un poco de compromiso y que vea alguna película''. Y sobre los problemas del cine, ha considerado que la solución más urgente es introducirlo en las escuelas, en el sistema educativo, porque es "apostar a futuro", según el ganador del Goya a Mejor dirección.