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Cataluña

La Generalitat vuelve a desafiar al gobierno de España

Por Silvia Marin Martín Tiempo de lectura4 min
España01-02-2017

El Gobierno de España ha vuelto a mostrar los dientes ante la petición de Cataluña para conseguir la Independencia. El gobierno catalán sigue mostrando su fuerza para poder realizar la consulta para poder tener la independencia. Las palabras de Mas y de Junqueras encienden de nuevo al gobierno central. El presidente de España ha dicho que no será posible realizar este referéndum que utilizaran los medios legales para mostrar que es inconstitucional. El gobierno de España cree los partidos catalanes ya están en campaña.

El Gobierno está calmado. Los últimos movimientos y novedades por parte de la Generalitat se dan por pagados. En la Moncloa están recapitulando todos los movimientos que se han realizado por parte de Cataluña y afirman que ya no les sorprende nada. Piensan que el independentismo ha entrado en un laberinto donde no encuentran la salida y aconsejan que el referéndum secesionista lo querían adelantar al mes de junio como una manera de reaccionar ante el inmediato ajuste de cuentas con la Justicia que deberán soportar algunos de sus más altos dirigentes. Ante el desafío, eligen la prudencia y lanzan un nuevo mensaje, la mitad pacificador, mitad amenazador:  «Nunca es tarde para tomar medidas drásticas».

«No quisieron ver que el procès acabaría en procesamientos», explica un miembro del Gobierno, para quien no hay duda de que la Generalitat, acuciada por la CUP, se mueve a la desesperada. «No habrá referéndum», añaden tajantes desde Moncloa, repitiendo una vez más que no es posible, con la Constitución en la mano, aceptar que sólo una parte de los españoles se pronuncie respecto a «lo que es de todos».

Mariano Rajoy no desfallece en repetirlo. En sus declaraciones de ayer lo volvió a repetir: «Francamente: la consulta no se va a celebrar porque no se puede. Ningún español puede ser privado de decidir lo que quiere que sea su país. España es lo que digan todos los españoles y no sólo unos cuantos».

El Gobierno cree que la Generalitat ya está en plena campaña. Para el presidente, la disputa que quiere la Generalitat no les lleva a ningún sitio. Mariano Rajoy sostiene que los políticos catalanes ya lo saben y tiene la esperanza de que en algún momento intenten dar marcha atrás y que esto no suponga que se salten las leyes y las instituciones.

En ningún momento el Gobierno quiere sacar sus armas legales como activar el artículo 155, pero que si hace falta no tendrán ningún problema en sacar todos elementos legales que se puedan plantear para desaprobar la acción que pretende la Generalitat.

El Gobierno sigue teniendo la puerta abierta a la conversación y poder llegar a un acuerdo, pero insiste que en ningún momento cambiara de opinión sobre la unidad de España y no admitirá plantear nada que tenga que ver con eliminar la soberanía nacional y la igualdad de los españoles. «No puedo», insistió ayer, «no me lo permiten la Constitución y las leyes y, además, no quiero». Moncloa cree que los dirigentes catalanes nunca creyeron que el 'procès' acabaría con "todos ellos procesados" y actúan a la desesperada.

Los dirigentes de Moncloa están cansados de  la provocación continua que tiene Cataluña hacia España. El problema es que las declaraciones que hicieron ayer en la radio Artur Mas el gobierno ya no les interesaban. Según cuentan personas cercanas al ex presidente de la Generalitat y el actual vicepresidente, Oriol Junqueras ha vuelto a echar un farol al gobierno ante la próxima cita con los tribunales.

Las palabras de Mas eran caracterizadas de “despropósito” y se quejaba que el daño último agrave la situación de los ciudadanos catalanes. El gobierno piensa que estos desafíos son en todo momento en clave electoral. Entre los más cercanos de los círculos gurbernamentales piensan que el PDeCat calientan motores para una nueva convocatoria de elecciones. Y saben que se mueven por tierras movedizas pues son plenamente conscientes de que se ha producido un corrimiento de voto, según las encuestas  los electores más radicales se inclinan por la CUP, mientras que los independentistas más moderados votaran por ERC.  «El PDeCat está situado en tierra de nadie, perdiendo apoyos y sin contar siquiera con un líder claro», afirman.

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría ha querido hablar sobre la CUP, ha dejado muy claro que las formas no quita que el referéndum independentista no cambia el fondo de la cuestión, pues seguiría siendo siempre inconstitucional. La rapidez solo enseña, en su opinión, que el Govern «baila al son de la música de la CUP, el partido más radical de todo el espectro político».

El Gobierno ha confiado en los datos fiscales que, según el ex juez y ex senador de ERC, Santiago Vidal, obran en poder de la Generalitat, esperan que los hayan conseguido legalmente como afirma el vicepresidente Junqueras.