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Casa Real

El Rey marca las pautas para la diplomacia

Por Silvia Marin Martín Tiempo de lectura3 min
España26-01-2017

Como todos los años, el Palacio Real abre sus puertas en enero para que el Rey reciba al Cuerpo Diplomático acreditado en España. El Salón del Trono, uno de los más importantes del palacio, ha dado la bienvenida a los embajadores. En esta reunión se han establecido los puntos por los que se encamina esta nueva legislatura, para las políticas del exterior.

El Rey ha mostrado las ganas de España de trabajar con el nuevo gobierno estadounidense, que tiene como presidente a Donald Trump, "con el mismo nivel de excelencia" de la misma formas que se ha hecho con el gobierno de Barack Obama, no solo a nivel bilateral sino “también en los asuntos globales y los foros multilaterales".

Las palabras de Felipe VI, han sido mencionadas en la recepción al cuerpo diplomático extranjero acreditado en España, comienzan a tener un especial significado puesto que desde la llegada de Trump a la Casa Blanca todos los países viven con mucha inseguridad, puesto que los primeros pasos afirman su apuesta por el proteccionismo y el abandono de la búsqueda del acuerdo multilateral que determino la anterior Administración.

Durante la intervención se encontraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y 250 invitados, la mayoría eran representantes de los países y organizaciones internacionales con delegación en Madrid, entre ellos estaba el delegado de negocios estadounidense, Krisrha Urs, que es el encargado de coordinar la Embajada tras la salida del embajador James Costos, el Rey ha querido destacar los  "vínculos históricos y culturales muy relevantes y profundos" que unen a España con Estados Unidos, con "una estrecha agenda política, económica, empresarial y de seguridad que se proyecta más allá de nuestra relación bilateral".

Otro de los puntos que ha abordado el Rey ha sido la crisis que está pasando la UE, con la victoria del Brexit en el Reino Unido y el apogeo de partidos populistas y eurófobos. "Somos conscientes de que el proyecto europeo es hoy puesto en cuestión [...] Es tiempo, por ello, de aprender de la experiencia, de reparar los daños y de mejorar la arquitectura institucional y las políticas de la Unión. Es tiempo para una mejor Europa, no para deshacer lo mucho y bueno construido, ni para retroceder".

Ha querido remarcar que España sigue teniendo una gran esperanza en la construcción de una Europa unida, y ha declarado que dar marcha atrás en este proyecto europeo nos llevaría a  "una Europa egoísta y ensimismada, de nacionalismos enfrentados, con más fronteras y barreras a la prosperidad, a la movilidad de nuestros ciudadanos y a la circulación de bienes e ideas. Ese es un lugar al que no deseamos volver", ha destacado.

Felipe VI ha tenido palabras para la crisis que están viviendo los refugiados, que "ha adquirido proporciones dramáticas en los últimos años" y ha pedido  a "dar lo mejor de nosotros mismos, en la medida de nuestras capacidades y sin eludir nuestras responsabilidades". El Rey ha intentado mover conciencias y recordar que España ha sido un país de movimientos migratorios, "Debemos hacer más y debemos hacerlo mejor, siempre en sintonía con nuestros socios europeos y con pleno respeto a las normas internacionales".

El Rey ha dedicado parte de la conferencia ha querido mostrar la fuerza de un país unido tras la conferencia del presidente catalán, Carles Puigdemont, en el Parlamento Europeo, donde amparaba su proyecto secesionista.  "una nación firme en la protección y el fomento de sus principios e integradora de su diversidad y pluralidad" comentó el monarca.

El nuncio del Papa, el arzobispo Renzo Fratini, ha querido subrayar el papel del Rey como árbitro, para intentar que haya consenso para la identidad común de España. "Apoyamos su esfuerzo en el respeto de los valores constitucionales y reglas comunes e inclusivas, que permiten ser y sentirse español a quienes pueden tener sentimientos y sensibilidades diversos", ha añadido.