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Investidura

Rajoy, investido tras 10 meses con 68 abstenciones del PSOE

Fotografía Mariano Rajoy, ovacionado por sus diputados en la investidura en el Congreso (©foto: PP)

Mariano Rajoy, ovacionado por sus diputados en la investidura en el Congreso (©foto: PP)

Por LaSemana.esTiempo de lectura4 min
España29-10-2016

Terminó el bloqueo político. España vuelve a tener un Gobierno con plenas competencias. Mariano Rajoy consiguió este sábado ser investido presidente en segunda votación gracias a la abstención de 68 diputados del PSOE. Además, volvió a contar con el voto a favor del PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y Foro Asturias. Tras más de diez meses en funciones, ahora puede volver a gobernar con plenas competencias.

Rajoy superó su segunda investidura de este año, pues la primera la perdió en agosto con el voto en contra del PSOE de Pedro Sánchez, en una tarde de discursos repetitivos y desafortunados por el tono y especialmente por las palabras empleadas por algunos de los portavoces que intervinieron antes de que se produjera la votación definitiva.

Para empezar, el aspirante a la investidura subió a la tribuna del Congreso de los Diputados con una reivindicación de las políticas que ha aplicado en los últimos años y la advertencia a quienes ahora le piden que rectifique de que no está dispuesto a cambiar aquello que funciona. Incluso, reclamó al resto de los partidos que en esta nueva legislatura hagan una "oposición responsable".

Si el jueves había exhibido su perfil más negociador y dispuesto a pactar las reformas con otras formaciones, el sábado Rajoy sacó a relucir sus principios firmes y su forma de actuar previsible. "No pido la luna, señorías, pido un Gobierno previsible, lo cual significa que sus grandes líneas sean conocidas desde el principio, que anuncie de antemano lo que va a ocurrir y, especialmente, lo que no va a ocurrir, para que todo el mundo sepa a qué atenerse".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, despertó de inmediato a Rajoy del "sueño" y le emplazó a "abandonar toda esperanza" de que la oposición sería conciliadora. Añadió que la abstención socialista en la investidura no significa que el PSOE vaya a protagonizar "una oposición de chascarrillos" y recalcó que sus diputados van a estar en contra suya porque no se fían de él y no le quieren al frente del país.

Para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, la alianza de PP, PSOE y Ciudadanos en la investidura para facilitar el desbloqueo político y permitir que Rajoy siga siendo presidente es la prueba irrefutable de que esta legislatura será el "epílogo" de la política tradicional y de que han empezado a sentarse las bases "para que tarde o temprano nosotros ganemos las elecciones".

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, devolvió la calma a Rajoy al decirle "que no tenga miedo" a gobernar sin mayoría absoluta porque "no pasa nada" y le garantizó que "va a ir bien" si el Partido Popular cumple las 150 medidas a las que se comprometió en agosto al suscribir el pacto con la formación naranja.

Desde el Partido Nacionalista Vasco, Aitor Esteban manifestó su preocupación por el cambio de discurso de Rajoy respecto a la sesión del jueves y advirtió al presidente del Gobierno de que, "si sigue con las mismas formas y maneras" de no dialogar con la oposición, de no hacer política y de dejarse guiar por el "ejército jurídico de los abogados del Estado" en esta nueva legislatura, "va a ir abocado al fracaso y será un fracaso propio".

Ausencia de Pedro Sánchez

Además de Mariano Rajoy, el gran protagonista de la sesión fue el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, que por la mañana presentó su renuncia al escaño en el Congreso de los Diputados para no tener que asistir a la votación por la tarde. Fue su modo de evitar la "encrucijada" entre tener que acatar las órdenes del partido y abstenerse en la investidura o tener que romper la disciplina de voto y votar en contra por principios y compromisos electorales.

Sánchez anunció que deja el escaño de diputado pero no abandona la política. Su pretensión es empezar a recorrer España en su coche particular "a partir del lunes" para ganarse la confianza de la militancia y, como hizo hace dos años, presentarse a las primarias con el objetivo de recuperar el liderazgo del partido gracias a las bases.

Así, no incumplió la orden de la Gestora del PSOE de abstenerse en la investidura para facilitar que Rajoy siga gobernando pero sí lo hicieron un total de 15 diputados socialistas. Entre ellos se encontraban los siete del PSC (Meritxell Batet, Manuel Cruz, Marc Lamuà, Lidia Guinart, Mercé Perea, Joan Ruiz y José Zaragoza) y los dos del PSOE de Baleares (Pere Joan Pons y Sofía Hernanz). Cumplieron así lo anticipado por sus barones territoriales, el catalán Miquel Iceta y la mallorquina Francina Armengol.

Además, también rompieron la disciplina de voto del PSOE y votaron contra la investidura de Mariano Rajoy la jueza Margarita Robles, que fue número dos de Pedro Sánchez en las listas eletorales; la exmilitar Zaida Cantera, a la que el anterior secretario general fichó personalmente antes de la campaña; el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza; la aragonesa Susana Sumelzo; la gallega Rocío de Frutos y la castellanoleonesa Mari Luz Martínez.

Dos dirigentes del PSOE muy afines a Sánchez como María González Veracruz y Adriana Lastra acabaron acatando la orden de la Gestora y se abstuvieron en la votación pero al pronunciar públicamente su voto en el escaño afirmaron hacerlo "por imperativo", una fórmula con la que trataron de plasmar que estaban en contra de la decisión y que la asumían por disciplina de partido.