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Igualdad

Las tareas del hogar, raíz de la brecha laboral de género

Por Silvia Marín MartínTiempo de lectura3 min
Sociedad26-10-2016

El último estudio presentado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) muestra que las mujeres siguen estando discriminadas dentro del mundo laboral, sus niveles de estudios son más altos pero no se refleja en sus sueldos. Los datos que se exponen en el informe son que "pese a que tienen más formación y nivel educativo sufren discriminación en materia de empleo, salarios y acceso a posiciones de liderazgo".

El documento, elaborado por José Ignacio Conde-Ruiz e Ignacio Marra, señala "que se han producido avances muy importantes en este campo durante las últimas dos décadas". Sobre todo por la incorporación de la mujer al mercado laboral. El índice de participación laboral femenina ha logrado prácticamente la media de la UE, aunque se parte de niveles inferiores. El documento también revela que se ha producido un cambio drástico a nivel educativo: "en todos los grupos de edad menores de 50 años, las mujeres tienen un nivel educativo medio superior al de los hombres y esa brecha aumenta según se reduce la edad".

Sin embargo, la discriminación laboral sigue siendo patente. Estos son los datos que arroja el estudio: El primer punto que se encuentra en el estudio es el nivel de formación que tienen las mujeres. El estudio refleja que "Las mujeres en España tienen más años de educación formal que los hombres. En 2015, aproximadamente el 43% de las mujeres en el mercado de trabajo español habían terminado estudios universitarios frente a un 36% en el caso de los hombres". Las mujeres más jóvenes y con estudios universitarios tienen, además, una participación laboral más activa que los hombres de la misma edad, lo que permite atisbar un ligero avance.

El género femenino tiene menos trabajo que los hombres en España: hay 1.642.000 mujeres menos que están trabajando que los hombres, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) realizada por el INE. La tasa de actividad de ellas es 13 puntos porcentuales (un 53,9%) inferior a la de los hombres. La inserción laboral, que recoge ocupados y personas que buscan empleo, también muestra diferencias: La tasas de participación laboral de las mujeres es de 14 puntos inferior a la de los hombres. En las generaciones más jóvenes esta brecha se está reduciendo, pero "aún hay margen de mejora".

Vuelve a existir una brecha entre hombres y mujeres. El paro femenino sigue creciendo con diferencia al paro masculino. En los últimos 20 años, esta diferencia ha disminuido. A partir de la crisis financiera de 2008, hubo una bajada sustancial del empleo masculino por la falta de trabajo en el mundo de la construcción. Pero con la recuperación económica desde 2013, la brecha ha vuelto a crecer de nuevo.

Otro de los puntos importantes que muestra este trabajo es el tipo de empleo que tienen hombres y mujeres de España. Las cifras muestran que el 57% de las mujeres trabajadoras tienen un contrato a tiempo parcial porque no han logrado trabajos de contrato de jornada completa.

La familia es un hándicap importante a la hora de conseguir la igualdad en el trabajo. Según muestra el documento, en España sigue habiendo una diferencia de 20 puntos entre la inserción de los hombres y mujeres con niños al mundo laboral. Mujeres y hombres sin hijos tienen la misma participación laboral.

Las tareas domésticas es otro de los puntos en que se nota claramente una diferencia entre hombres y mujeres. "Cuanto más desigual es la distribución de tareas domésticas dentro del hogar, mayor es la brecha de género en la participación laboral", muestra el informe. Las mujeres dedican 2,5 horas más diarias mientras que los hombres dedican una hora más al ocio y al tiempo libre.

El sueldo es otro de los puntos importantes que muestra el estudio. Las mujeres reciben un 20% menos de sueldo que los hombres. Esto es debido a las diferentes ocupaciones de unos y otras, por lo difícil que lo tienen las mujeres a la hora de escalar a puestos de mayor responsabilidad. Aunque tengan mayor nivel de estudios, la incorporación al mundo laboral hace que no estén en igualdad de condiciones.

El último de los puntos esenciales de este informe es la representación empresarial de mujeres como consejeras de grandes empresas. Solo el 17% de las mujeres están en puestos altos, mucho menos que los demás países europeos. En la representación empresarial, solamente una de cada diez ejecutivos de máximo nivel son mujeres y solo el 3% son consejeras delegadas. Además, la brecha salarial se amplía en los salarios más altos (por la parte variable: bonus, gratificaciones, incentivos).