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Eurocopa 2016

Gales sigue soñando

Por Javier BirlangaTiempo de lectura2 min
Deportes25-06-2016

El Gales - Irlanda del Norte no pasará a la historia como el mejor encuentro de fútbol jamás visto, pero sí como el partido que dio el pase a cuartos de final a un país como es Gales. En su primera fase final, el equipo de Gareth Bale sólo ha caído hasta el momento ante su hermana mayor, Inglaterra. El gol en propia de McAuley desluce un partido serio y un sueño que se mantiene vivo. Su rival saldrá del Hungría - Bélgica.

Tal y como se esperaba por las disposiciones de ambos equipos (5-3-2 en el caso de Gales y 4-5-1 en el caso de Irlanda del Norte) el encuentro comenzó tibio y con poco fútbol. Gales quería llevar la iniciativa, pero desde el comienzo los irlandeses le pusieron más ganas y su presión en tres cuartos de campo dificultaba la salida de balón del equipo de Chris Coleman. El primer acercamiento llegó a cargo del cuadro del Norte, que por medio de Stuart Dallas obligó a Wayne Hennessey a realizar la primera atajada del encuentro. 

Gareth Bale, consciente de la dificultad para generar fútbol, se acercaba a posiciones intermedias para intentar echar un cable, y en una de ellas colgó un buen balón al área que casi remató de tacón Aaron Ramsey. Precisamente el jugador del Arsenal marcó en la siguiente jugada, pero cuando Sam Vokes prolongó de cabeza se encontraba en fuera de juego, por lo que el gol no subió al marcador.

Poco a poco, Irlanda del Norte fue creciendo en intensidad y fue adelantando líneas, lo que les permitió tener el balón en campo contrario y acercarse a la meta contraria. Jamie Ward probó desde lejos a Hennessey que volvió a sacar una buena mano para evitar el tanto. Pero más allá de tímidos acercamientos, el primer acto se acabó con la sensación de que sólo una jugada aislada o un balón parado evitaría el tiempo extra.

El paso por vestuarios provocó pocos cambios, por no decir ninguno. El guión era el mismo sólo que los protagonistas comenzaban a sentir el cansancio del partido. La primera llegada la forzó Ramsey con un sensacional centro desde lejos que remató desviado Sam Vokes. Iba a ser la última acción en el partido de Vokes, que dejó su sitio a Robson-Kanu. Tras esto llegó un momento muy tenso para los aficionados irlandeses, ya que Davis realizó una falta cercana a Bale que el jugador del Madrid no dudó en ejecutar. No obstante, Michael McGovern, bien situado, paró bien el lanzamiento del galés.

Coleman, consciente de que con el sistema dibujado en el campo le era imposible derribar el muro de Irlanda del Norte, decidió variar a un 4-4-2 quitando a Joe Ledley e introduciendo otro punta, Jonathan Williams. Gracias a ello, Gales comenzó a monopolizar la posesión, y claro, las ocasiones llegaron. Bale se colocó de extremo zurdo y comenzó a enviar balones al área que llevaban muchísimo veneno. En uno de ellos, Gareth McAuley introdujo el balón en su propia portería, lo que daba la ventaja al cuadro galés.

Ahí, el país del dragón rojo tiró de experiencia para matar el partido. Aprovechando la posesión de pelota y las interrupciones, evitaron cualquier tipo de remontada y sellaron la clasificación. Irlanda del Norte se despide habiendo hecho un fútbol discreto, pero llegaron lejos y tienen mucho margen de mejora. Gales sigue viva y sigue soñando con el título.