Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Inmigración

Comienzan las deportaciones de refugiados a Turquía

Por Alexandra CampoamorTiempo de lectura3 min
Sociedad04-04-2016

Continúa la odisea de los refugiados fuera del territorio griego. Todos aquellos llegados a las islas por mar a partir del día 20 de marzo son detenidos y llevados a territorio turco, con el objetivo de aliviar la presión migratoria en suelo europeo. Solo en la isla de Lesbos, alrededor de 3.000 inmigrantes van a ser expulsados como parte de un acuerdo en el que Turquía tiene mucho que ganar.

Tras el acuerdo alcanzado por los líderes de la Unión Europea y Ankara, muchos de los refugiados llegados a costas europeas están empezando a ser trasladados a Turquía, donde serán acogidos. El pacto es efectivo hasta 2018, durante el cual Turquía se compromete a otorgar a los más de 2,7 millones de inmigrantes residentes, más los que estén por llegar, derecho a sanidad, educación y trabajo.

El objetivo principal de las exportaciones es tanto controlar la llegada descontrolada de refugiados a territorio europeo, con las islas griegas como uno de los principales puntos de entrada, como anular el trabajo de las mafias que trafican con los refugiados. No obstante, surgen numerosas dudas acerca del destino de los refugiados, quienes muchos de ellos están siendo enviados a un campamento con capacidad para 5.000 personas cuya construcción aún no ha finalizado. 

Según el pacto firmado con Bruselas, tendrán prioridad los ciudadanos sirios e iraquíes. Mientras tanto, todos los migrantes denuncian la falta de información y de indicaciones por parte de las autoridades, ya que la mayoría ni siquiera habían solicitado el asilo antes de la devolución. Muchos de ellos tampoco quieren abandonar Grecia puesto que, comentan, les cerraría la puerta de entrada a otros países europeos como Alemania, el objetivo de muchos de ellos.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, una de las principales cabezas del acuerdo, insiste en la "legitimidad del acuerdo" y en que la operación se desarrollará

"con éxito". Destaca a Turquía como un país "seguro para los refugiados", y el acuerdo como beneficioso para ambas partes. A cambio, muchos de los refugiados ya asentados en Turquía serán realojados en territorio europeo siempre que, según Bruselas, posean "buenas opciones a ser admitidos como refugiados legales". Entre estas personas, se darán prioridad a las familias. 

A cambio de la acogida de los refugiados provenientes del país heleno, la Unión Europea ayudará económicamente a Turquía con 3.000 millones de euros, garantizará la entrada de ciudadanos provenientes de aquel país a la UE sin necesidad de visado y se compromete a agilizar los trámites para una eventual entrada de Turquía como miembro de la Unión.

¿Es Turquía un destino seguro?

A raíz de la llegada de refugiados a costas turcas, muchas organizaciones han denunciado irregularidades y abusos por parte de las autoridades turcas a los inmigrantes, cuestionando las palabras de Merkel al aseverar la seguridad del país de destino.

Amnistía Internacional ha detectado "devoluciones forzadas a gran escala", que vulneran el derecho internacional, y la falta de garantías legales para los refugiados. También recuerdan los disparos a matar a sirios cerca de sus fronteras en 2014 por guardias turcos (se registraron hasta 17 asesinatos de sirios por manos turcas ese año), además de otras víctimas denunciadas por otras organizaciones y observadores de los DDHH.

La tensión social en las calles de Turquía también se acrecienta con la llegada de refugiados. En la ciudad costera de Dikili y en el corazón del país, Ankara, se suceden las manifestaciones en protesta de la llegada de los refugiados y de la construcción de los centros adonde serán enviados. Si la cuerda sigue tensándose, según diversas ONG, serán de esperar futuros conflictos entre los inmigrantes y los vecinos turcos.