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Caso Nóos

La infanta Cristina declara por el caso Nóos

Por Sonia de la Cal Tiempo de lectura3 min
España04-03-2016

La infanta Cristina declaró este jueves en el juicio por el caso Nóos, acusada de cooperar presuntamente en dos delitos fiscales que su marido, Iñaki Urdangarin, habría cometido al realizar sus declaraciones de 2007 y 2008 a través de Aizoon, defraudando alrededor de 340.000 euros de IRPF. En su declaración, la infanta se ha desvinculado de la gestión de Aizoon, empresa que compartía a medias con su marido y ha señalado que no hubiera aceptado de ninguna manera entrar en la sociedad para servir de “escudo fiscal” ante Hacienda.

“Si me lo hubiesen propuesto, no lo hubiese aceptado nunca. En ese caso, creo que mi situación hubiese sido sometida a mayor transparencia y quizá a mayor control por parte de la Administración puesto que todo lo que hacíamos estaba controlado”, ha señalado la exduquesa de Palma.

Asimismo, la infanta ha asegurado que Urdangarin fundó Aizoon con el objetivo de "canalizar sus ingresos profesionales" y ella aceptó participar porque se lo pidió su marido y confiaba en él. Cristina también ha recalcado que lo hizo porque no tenían “ninguna prohibición” y que le asesoró Carlos García Revenga, entonces secretario de las infantas, antes de tomar la decisión.

Igualmente, la exduquesa de Palma declaró que firmaba las actas de las reuniones de las juntas de Aizoon porque confiaba “plenamente” en su marido y los asesores de éste y y que no había “ninguna otra razón”.

Además, la infanta se desvinculó de la gestión de Aizoon y sostuvo que no supo “nunca” cuáles eran los ingresos y gastos de la empresa. “No participé en la gestión ni en la administración de Aizoon. Tampoco realicé ningún trabajo”, aseguró. Además, afirmó que quien “se encargaba de las gestiones económicas de la familia” era su marido.

“Los dos nos ocupábamos de nuestros hijos, cada uno teníamos nuestro trabajo profesional, él se encargaba de las gestiones económicas de la familia y yo intentaba coordinar la agenda de la familia”, aseguró.

En cuanto a las razones por las que no hablaban entre ellos de la sociedad, la infanta Cristina indicó que en esos años sus hijos eran muy pequeños y ellos estaban muy ocupados. “No eran temas que me interesase hablar con él”, señaló.

Cuando se le preguntó por el contrato de “autoalquiler” del palacete de Pedralbes como sede social de Aizoon, donde aparece la firma de la infanta, ésta dijo que “debió de ser una equivocación”, puesto que ella no podía firmar en nombre de la sociedad. También negó estar al tanto de los gastos familiares que se estaban cargando a la empresa.

Asimismo, la acusada afirmó que desconocía el hecho de que el servicio doméstico de su casa hubiera sido contratado a través de Aizoon y negó que se les pagase en negro. También aseguró que no estaba al tanto del “tipo de contrato que se les hizo y cómo se les dio de alta en la Seguridad Social”, ya que de eso se encargaba su marido y los asesores de éste.

En su defensa, la infanta Cristina explicó que Urdangarin y ella hacían sus declaraciones de la renta por separado y aseguró que ninguno de los dos había tenido nunca ninguna cuenta en paraísos fiscales. No obstante, la exduquesa de Palma afirmó que actualmente sí tiene una cuenta en Suiza porque reside allí.

La declaración de la infanta comenzó pasadas las seis de la tarde y la acusada habló durante 66 minutos, respondiendo únicamente a las preguntas de su abogado Pablo Molins.

La Fiscalía considera a la exduquesa de Palma partícipe a título lucrativo por haberse beneficiado de los fondos defraudados por medio de Aizoon y ha establecido una fianza civil que supera los 580.000 euros. En cambio, la acusación popular, desempeñada por Manos Limpias, pide para la infanta Cristina ocho años de prisión.