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INVESTIDURA DE PEDRO SÁNCHEZ

Rivera pide al PP "cortar" con Rajoy e Iglesias se aleja del pacto de izquierdas

Por Jesús EspinosaTiempo de lectura3 min
España03-03-2016

El líder socialista, que se presentó al debate de investidura de Pedro Sánchez con un acuerdo de gobierno bajo el brazo con los socialistas, apostó por un discurso moderado, con un tono de responsabilidad y con altura de miras. A diferencia del resto de discursos, Rivera no bajó a la arena a afearle a nadie nada e ironizó sobre las críticas que le llovieron durante los discursos del resto de candidatos.

El presidente de Ciudadanos reivindicó en su discurso la importancia del centro político, pero prosiguió con su estrategia de seguir con la mano tendida al Partido Popular pero recordarle a Rajoy que él no puede abanderar ninguna negociación: “Pido al PP que sean valientes para limpiar y cortar por lo sano porque si no los españoles pensarán que votan a un partido que no es capaz de liderar la lucha contra la corrupción”. Con estas palabras, Rivera dejó caer que las filas populares deberían levantarse con su líder. “Quien no ha limpiado su casa, ¡cómo va a limpiar España de corrupción”, exclamó el líder centrista.

“Usted no es creíble para liderar esta nueva etapa”, le ha dicho Rivera a Rajoy. Un lenguaje duro pero tajante contra el líder popular. “Usted no puede encabezar esta nueva etapa política porque es coherente y no cree en las reformas que proponemos”, prosiguió Rivera. “La mejor manera de que España se recupere y se fortalezca es reformarla”. De hecho, también utilizó la palabra “perezoso” para referirse en repetidas ocasiones a Rajoy, en relación a que ni siquiera intentó formar Gobierno tras las elecciones.

El líder de Ciudadanos también centró su discurso en revalorizar su pacto de Gobierno con el PSOE. Detalló, entre otros, el pacto por la Educación, la reforma de las relaciones laborales, la lucha contra la corrupción y la lucha contra el fraude, entre otros.

Iglesias fue duro con Sánchez pero le prometió “lealtad si rectifica”

Por su parte, Pablo Iglesias dinamitó cualquier ápice de esperanza para llegar a un acuerdo con el PSOE, aunque después los dirigentes de Podemos intentaron suavizar el tono para cuando Sánchez fracase. El líder de Podemos, incluso, insistió durante su discurso en invitar a Sánchez a hacer un “gobierno de progreso”.

“Vuelvo a tenderle la mano para pedirle que, tras este fiasco, negocie con nosotros”, dijo Iglesias. Respondió a las palabras de Sánchez de que los escaños de izquierdas son minoría y alegó que “los números dan” pero para eso el líder socialista no debe “vetar las abstenciones” de los independentistas.

De hecho, le aseguró que no hay “ánimo de revancha” contra el líder socialista, y le prometió total “lealtad” si este “rectifica”. De hecho, en ese momento, Iglesias citó a su tocayo fundador del PSOE: “No tema, señor Sánchez; como dijo Pablo Iglesias, ‘merecer el odio de los que envenenan al pueblo, y roban, será una honra’”, concluyó el líder de Podemos.

Los nacionalistas catalanes coinciden en advertir el proceso de desconexión

Por su parte, los partidos nacionalistas coincidieron en blindar el derecho a decidir frente a cualquier gobierno que se forme. “Nada nuevo bajo el sol”, coincidieron en sus discursos tanto Joan Tarda (ERC) como Francesc Homs (CDC). De hecho, en el caso del líder izquierdista catalán esbozó al principio de su discurso que Cataluña ya se encuentra en su proceso de desconexión.

Los partidos nacionalistas han sido tanteados por Iglesias, que no descarta conseguir sus abstenciones si llega a un acuerdo con una coalición con el PSOE. Pero, por ahora, los nacionalistas votarán también no a Pedro Sánchez incluso en la sesión del viernes.