Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Inmigración

Bruselas proyecta un plan de emergencia para los refugiados

Por Sonia de la Cal Tiempo de lectura2 min
Sociedad01-03-2016

La Comisión Europea presentará este miércoles un plan de emergencia con nuevos fondos para hacer frente a la crisis de refugiados que está teniendo lugar en Grecia y en los países vecinos. En estos momentos más de 20.000 personas están atrapadas en suelo griego como consecuencia de las restricciones fronterizas aplicadas por Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia en la última semana, limitando cada uno de estos países el paso de refugiados a 580 diarios.

La situación es especialmente complicada en Idomeni, localidad ubicada en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde alrededor de 8.000 refugiados están atrapados en condiciones difíciles, esperando poder continuar su marcha hasta el centro o el norte de Europa.

Por ello, la Comisión Europea trabaja en la elaboración de un plan que cuenta con dos medidas fundamentales. En primer lugar, habilitar una partida de asistencia humanitaria normalmente destinada a países extracomunitarios, considerando por lo tanto que un país de la Unión Europea como Grecia afronta una crisis análoga a la de países situados en zonas de conflicto (en este caso refiriéndose a aquellos que limitan con Siria).

En segundo lugar, presentará un plan de ayuda que tendrá como objetivos acelerar la reubicación de los refugiados desde Grecia hacia otros puntos de Europa y dotar de nuevos recursos a los programas de asistencia civil encargados de entregar materiales de primera necesidad a los refugiados.

Por otro lado, la Comisión Europea está estudiando los controles que Bélgica puso en marcha  la semana pasada en su frontera con Francia, debido al aumento del paso de refugiados procedentes del campamento de Calais, situado al norte de Francia y donde las autoridades francesas comenzaron este lunes las labores de desmantelamiento parcial.

En este campamento, conocido como “la jungla”, vivían alrededor de 3.000 personas. La orden de desalojo del campamento fue ratificada por un juez el jueves de la semana pasada y ha sido llevada a cabo por unos 20 operarios que, escoltados por la Policía, han desmantelado la mayor parte del campamento, excepto las zonas de uso común, tales como la escuela y un teatro.

A pesar de que al principio no hubo incidentes en la realización de las labores de los operarios, por la tarde los inmigrantes comenzaron a lanzar objetos a los agentes para protestar por el desmantelamiento de su campamento. Por su parte, la Policía respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua. Los incidentes terminaron con cuatro detenidos, tres de ellos miembros del grupo Sin Fronteras, que defiende la eliminación de las fronteras entre países.