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Ciencia

Detectan las ondas gravitacionales que predijo Einstein

Por Sonia de la Cal Tiempo de lectura2 min
Sociedad12-02-2016

Un equipo internacional de científicos del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) ha conseguido contemplar por primera vez un fenómeno que Albert Einstein predijo en su Teoría de la Relatividad hace un siglo: la existencia de ondas gravitacionales. David Reitze, director ejecutivo de LIGO e investigador del Instituto Tecnológico de California (Caltech), ha anunciado el hallazgo en una rueda de prensa organizada en el National Science Foundation en Washington DC. “Hemos detectado ondas gravitacionales. Lo hemos hecho”, ha señalado Reitze.

El primero que habló de ellas fue Albert Einstein hace 100 años, argumentando en su Teoría de la Relatividad que las ondas gravitacionales se producían como consecuencia del cambio de la curvatura del espacio-tiempo cuando era atravesado por objetos con masa muy acelerados.

A pesar de que los científicos habían deducido su existencia, hasta este momento no se habían conseguido pruebas que las detectaran directamente. La dificultad para encontrarlas se debe a que los sucesos violentos que las producen, como las explosiones de estrellas o la colisión de agujeros negros, son poco habituales. Además, sus amplitudes son muy débiles, por lo que muchas no tienen un efecto medible. Las ondas gravitacionales viajan a la velocidad de la luz, brotando en todas las direcciones y distorsionando todo físicamente. Sin embargo, cuanto más se alejan estas ondulaciones de su punto de origen, más imperceptibles se vuelven.

La observación de las ondas gravitacionales por parte de LIGO se produjo el 14 de septiembre de 2015 y fue posible gracias a los dos detectores idénticos que el Observatorio tiene instalados en Hanford (estado de Washington) y Livingston (Luisiana).

Se trata de dos tubos de vacío que cuentan con un láser en su interior que está continuamente activo, de modo que cuando una onda gravitacional pasa por la Tierra, el láser detecta que uno de los tubos se hace más largo, mientras que el otro se encoge.

Este es el efecto que provocan las ondas cuando se propagan por todo el espacio a la velocidad de la luz, según ha explicado el Grupo de Relatividad y Gravitación de la Universitat de Les Illes Balears, el único colectivo español que forma parte del proyecto LIGO.

Por su parte, Miquel Serra-Ricart, investigador de Astrofísica de Canarias (IAC) ha señalado que, a partir de ahora, será posible para los astrónomos “adentrarse en lugares opacos a la luz, como un sistema de agujeros negros o unas estrellas de neutrones, conociendo muy bien sus propiedades relacionadas con la masa”. Algo muy positivo, teniendo en cuenta que hasta ahora los astrónomos sólo disponían de la luz para estudiar el Universo.

“Además de los telescopios ópticos y radiotelescopios, en un futuro deberemos hablar de los gravitelescopios, ojos que detectarán imágenes a través de la luz de la gravedad”, añade Serra-Ricart.

El científico Stephen Hawking también ha mostrado su satisfacción ante la observación de las ondas gravitacionales afirmando que se podrán percibir “reliquias del Universo muy temprano”. El físico experto en agujeros negros ha señalado también, en declaraciones a la BBC, que la capacidad de detectar estas ondas “tiene el potencial de revolucionar la astronomía” y supone “la primera prueba de un sistema binario de agujeros negros y la primera observación de agujeros negros fusionándose”.