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Antinori: una nueva era científica de debates éticos

Por Carmen Rosa FernándezTiempo de lectura1 min
Sociedad22-09-2002

El nombre de Severino Antinori no sugería nada hasta que hace unos años este médico italiano especializado en genética comenzó a anunciar la llegada de una nueva era científica basada en la clonación de óvulos humanos. Desde entonces hasta ahora Antinori ha continuado sus investigaciones al margen de la ley con ayuda de miles de parejas voluntarias.

El pasado mes de abril, durante el congreso sobre el futuro de la ingeniería genética en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), el polémico doctor anunció la existencia de tres mujeres embarazadas de seres humanos clonados. Si su afirmación fue cierta, algo que dudaron médicos como su ex socio y abanderado de la clonación humana, Panos Zavos, el primer bebé tendría que nacer el próximo mes de noviembre. Países como Estados Unidos y el Vaticano han permanecido firmes en su condena a las actividades de Antinori, a lo que éste ha respondido con represalias hacia la "intolerancia de Occidente", alabanzas al apoyo de los países islámicos y una enérgica defensa de esta práctica. Según el italiano, la clonación humana, distinta a la de los animales, reduce el riesgo de posibles deformaciones atribuido a la reproducción asistida, porque el riesgo se controla antes de que el embrión sea implantado. Estos argumentos no parecen convencer a la gran parte de la comunidad médica internacional, que continúa previniendo de las malas consecuencias (daños inmunológicos, malformaciones físicas y psíquicas). A pesar de las denuncias y condenas, los embarazos, desarrollados en países distintos (Oriente Medio y repúblicas ex-soviéticas, probablemente) para eludir la legislación, siguen su curso, según Antinori. Esto significa que, en un par de meses, el mundo podrá contemplar al primer ser humano creado artificialmente mediante clonación y la nueva era de los bebés a la carta dejará de ser una utopía.