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TERRORISMO

España continúa en el nivel 4 de alerta mientras Europa vigila sus fronteras

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
España09-11-2015

Europa vive cercada por el miedo a nuevos ataques yihadistas, que la policía intenta controlar. Durante este año, el terror ha asolado a Francia y Bélgica, pero también se ha extendido al resto de los Estados miembro por temor al contagio. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado trabajan coordinados con el ministerio del Interior para frustrar cualquier riesgo de atentado en España, que permanece en nivel 4.

París sufrió dos atentados yihadistas el pasado mes de enero, en los que murieron 17 personas: primero, asesinaron a 12 periodistas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdó, a cargo de los hermanos Kouachi y que reivindicó Al Qaeda de la Península Arábiga (AQPA). Unos días más tarde, un lobo solitario mató a un policía y después se atrincheró en una tienda de comida típica judía, donde mató a cuatro rehenes en nombre del autodenominado Estado Islámico (o Daesh). Sin embargo, los planes yihadistas no terminaron ahí: un empresario fue asesinado en junio en su fábrica y en agosto se frustró un ataque de un radical en un tren que cubría la línea Ámsterdam-París.

Desde entonces, Francia ha reforzado la seguridad en las vías de comunicación. La gendarmería vigila los puntos que están calificados como objetivos potenciales del terrorismo, como las estaciones del tren o los aeropuertos. Además, ahora cuenta con el plan Vigipirate, que permite detectar y alertar a las autoridades de acciones inusuales o terroristas en las estaciones de tren o en los convoyes.

El autor del ataque del tren francés había residido en España un año, en Ceuta y en Algeciras, donde hay un mayor número de musulmanes. Precisamente, uno de los mayores riesgos en España son las provincias de Ceuta y Melilla, donde muchos musulmanes se radicalizan y después se enrolan para combatir en los frentes de Irak o Siria. La policía y la Guardia Civil también han detenido en Cataluña a varios yihadistas y, aseguran, que alrededor de 60 están esperando “una señal” para actuar.

Actualmente, Francia es el país europeo que más ciudadanos exporta a las organizaciones yihadistas que enrolan a sus soldados en Siria e Irak para combatir, especialmente con el mal llamado Estado Islámico o Al Qaeda. El ministro de Interior galo, Bernard Cazeneuve, aseguró en junio de que el riesgo es diferente a hace algunos años, ya que ahora la amenaza son los repatriados que, en numerosas ocasiones, actúan en solitario –son los conocidos como lobos solitarios-.

La amenaza se ha incrementado, entre otras, debido a que Francia y España forman parte de la alianza internacional para combatir a Daesh, por lo que se ponen en el punto de mira de los terroristas. El ministerio del Interior también alerta sobre la radicalización de los lobos solitarios y mantiene la vigilancia sobre 186 presos por riesgo yihadista. Por una parte, porque pueden radicalizar, captar o reclutar a otros internos musulmanes y, por la otra parte, que se cometan atentados una vez que salgan en libertad. Por el momento, España lidera las detenciones de Europa durante este año –seguida de Francia-, ya que alcanza las 27, con un total de 61 detenidos , de los cuales 15 están en prisión.

Precisamente, nuestro país es pionero en implantar un sistema mediante el cual se clasifica en tres áreas a los presos musulmanes, junto con los delitos por los que están en la cárcel y el riesgo de que se radicalicen. Según las estadísticas de Instituciones Penitenciarias, en julio había alrededor de 170 presos por yihadismo en las cárceles españolas.

España continúa en máxima alerta –en el nivel 4 de los 5 que existen- tras los atentados de Túnez y de Francia, por ser países vecinos y porque el riesgo de ataque es alto, por eso se ha reforzado los servicios de información y ciberterrorismo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esto es porque, por ejemplo, Daesh tiene activas más de 44.000 cuentas en Twitter mediante las que trata de ganar adeptos para reclutarles.

Se estima que alrededor de 5.000 personas han abandonado la Unión Europea para incorporarse a las filas del Estado Islámico en Siria e Irak. Por eso, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advierte de la necesidad que existe para implantar un sistema que vigile bien las fronteras europeas para vigilar a los jóvenes que recluta Daesh y que después regresan a Europa como retornados.